Una pareja de novios, estudiantes universitarios, fue capturada, la tarde del pasado lunes, mediante un allanamiento en el municipio Cárdenas, del estado Táchira, por su presunta responsabilidad en el crimen de Bárbara Vivas, a quien le causaron cerca de 200 heridas cortantes la madrugada del domingo 29 de junio.
Al cadáver de la joven le amputaron una mano y fue localizado este martes 1 de julio, en horas de la tarde, en un barranco de la Loma del Viento, vía Chorro El Indio.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc que habían determinado que el móvil del macabro hecho era pasional, hicieron efectivas las órdenes de allanamientos en las residencias de ambos sospechosos, identificados como Michael Rodríguez y su novia Dayana Rivas, ambos de 21 años, reseñó ayer el diario La Nación.
Durante la audiencia de presentación, la fiscal 4º de Táchira, Andreína Torres, imputó a Rodríguez como autor en el homicidio intencional calificado cometido con alevosía y motivos fútiles, y a Rivas como cómplice necesario en el mismo delito.
Adicionalmente, la representante del Ministerio Público imputó a la pareja por presuntamente incurrir en el delito de extorsión.
Según las indagaciones policiales, el crimen lo originó un triángulo amoroso entre Rodríguez, su novia Dayana y Bárbara, pues según el Cicpc, el muchacho sostenía una relación amorosa con ambas chicas. Sin embargo, de manera extraoficial se conoció que entre la noche del 29 de junio y madrugada del lunes 30, Bárbara y el joven estuvieron de fiesta, hasta que a ella se le ocurrió llamar desde el teléfono celular de él, a la otra joven (Dayana), para que se enterara que estaban juntos.
“Esta acción de Bárbara habría provocado en el hombre rabia e ira que lo llevó a discutir acaloradamente con ella; luego de lo cual, utilizó una navaja para causarle la muerte, presuntamente en su propio carro, aunque habría dicho el muchacho, en su defensa, que fue ella quien primero sacó el arma e intentó agredirlo”, recoge la prensa tachirense.
Tras cometer el crimen, Rodríguez llamó por teléfono a Dayana, le explicó lo que había pasado y le pidió que lo ayudara a deshacerse del cadáver, y la muchacha aceptó; de allí que la Fiscalía la acusa de complicidad o colaboradora inmediata en el homicidio.
Luego, los novios tomaron el teléfono de Bárbara y comenzaron a extorsionar a la familia, notificándole que Bárbara estaba secuestrada y que debían cancelar 2 millones de bolívares, exigencia que la policía interpreta como una jugarreta para confundir a los investigadores y también a sus seres queridos, tomando en cuenta que hace 5 años ella fue víctima de un secuestro.
Entre las evidencias recolectadas por los investigadores, están tres teléfonos celulares cuyos cruces de llamadas involucran a la pareja en el asesinato; un vehículo Optra, azul, propiedad de la madre de Rivas; así como el vehículo Aveo , verde, placas AC915AS, propiedad de la víctima, que escondían en un inmueble del sector Palo Gordo.
Agencias/DC