Si visitar a un familiar fallecido es difícil, por todos los sentimientos y recuerdos que se vienen a la memoria, sin duda alguna, en el cementerio municipal de San Francisco, el trago se hace aún más amargo.
El estado en el que están las instalaciones del camposanto, provoca indignación en los visitantes. Pareciera que a nadie le duele ni mucho menos le preocupa el mantenimiento. Los árboles sobreviven porque la naturaleza en bondadosa, los ataúdes de las exhumaciones permanecen tirados a los lados, de dónde una vez alguien tuvo su último descanso.
El descuido es evidente y los familiares de los difuntos se preguntan, ¿Tan poca importancia tienen esas instalaciones para la Alcaldía de San Francisco?
Marta Rodríguez, tiene 20 años frecuentando el cementerio. Visita a su papá. Aunque asegura no va muy a menudo, reconoce que está «abandonado» por el gobierno.
A su juicio, deberían dedicar un poco de tiempo y recursos para mantener en buen estado el lugar, donde tantos sanfransisquenses tienen enterrados a sus seres queridos. «¿Sí así son con los muertos, qué podemos esperar los vivos?, se pregunta nuevamente.
DC/@DiarioContraste