En una carta redactada a mano y fechada el 30 de julio, un grupo de estudiantes detenidos le solicitan al hasta ayer secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo, que se conforme “una Unidad Renovada donde tenga representación, voz y voto todos los sectores y todo los factores democráticos (universidades, gremios, sociedad civil, partidos políticos y movimientos sociales)”.
Entre los firmantes, que se denominan “Los estudiantes presos de conciencia”, se incluyen los estudiantes Gerardo Resplandor, Rosmitt Mantilla, Nixon Leal, Gerardo Carrero, Renzo Prieto, Douglas Morillo y Christian Villanueva.
En la misiva, los jóvenes dicen que vieron con asombro cómo Aveledo le pide al pueblo “la paciencia de Mandela. Según ellos, su recomendación “choca con la cruel realidad de los que hoy no podemos ver la luz del sol y mucho menos con la de nuestras familias y la de los jóvenes caídos en la lucha por la democracia”.
En su relato, explican cómo se construye la unidad desde la cárcel. “Al igual que ustedes, aquí convivimos jóvenes de distintos sectores, líderes universitarios, líderes juveniles de distintos partidos políticos, líderes de movimientos de resistencia y sociedad civil. Todos secuestrados por la misma causa: Pensar distinto”
Los jóvenes presos le piden a Aveledo: “Tenga presente que cada minuto que demoren en conformar una verdadera y robusta unidad, se apaga la luz de esperanza dentro y fuera de las rejas”.
Esta fue la carta enviada por los estudiantes:
Para: RamónGuillermo Aveledo
De: Los estudiantes presos de consciencia.
Asumiendo el riesgo que implica hablar desde nuestras celdas, los estudiantes que permanecemos secuestrados por la dictadura, decidimos dirigirnos públicamente para hacer un llamado de consciencia y atención a usted como máximo representante de la Mesa de la Unidad Democrática – MUD.
En días pasados pudimos ver con mucho asombro, una declaración donde usted le pide al Pueblo Venezolano “la paciencia de Mandela”.
Sin duda su recomendación choca con la cruel realidad de los que hoy no podemos ver la luz del sol y mucho menos con la de nuestras familias y la de los jóvenes caídos en la lucha por la democracia.
Es por eso que hoy queremos contarle cómo se construye la unidad en la cárcel.
Al igual que ustedes, aquí convivimos jóvenes de distintos sectores, líderes universitarios, líderes juveniles de distintos partidos políticos, líderes de movimientos de resistencia y sociedad civil. Todos secuestrados por la misma causa: Pensar distinto.
Aquí donde se puede ver el monstro de la dictadura desde sus entrañas, encontramos una idea unificadora. ¡Venezuela!.
Cada día que pasamos tras las rejas es una lección de unidad. Nos protegemos unos a los otros, nunca abandonamos al que el verdugo señala, porque tenemos claro que si falta alguno de nosotros no podremos seguir adelante.
Señor Aveledo, a nosotros también nos une la necesidad y también estamos expuestos a riesgos, permítanos recordarle que estamos en una cárcel venezolana.
Pero frente a las dificultades nuestra idea unificadora de una Venezuela libre, democrática y llena de futuro nos da la vida y fuerza para seguir adelante, es por eso que aunque pueda parecer insólito, aquí en la cárcel sí hay espacio y disposición para pensar en un solo país en donde todos tenemos oportunidades. Aquí tras los barrotes de la injusticia sabemos que sólo se dará un cambio si estamos verdaderamente unidos.
Es por eso que hoy apelamos a su consciencia y espíritu democrático. Ya la experiencia les demostró que no se dialoga cuando la otra parte tiene las manos teñidas con la sangre del pueblo y que no se puede pasar de la protesta a la propuesta, cuando las cárceles de Venezuela devoran cada joven que decide levantar la voz.
Una vez más la historia pone en sus manos la posibilidad de generar un cambio.
Es urgente que se conforme una Unidad Renovada donde tenga representación, voz y voto todos los sectores y todo los factores democráticos (universidades, gremios, sociedad civil, partidos políticos y movimientos sociales). Con la única finalidad de encontrar una pronta y urgente solución que le devuelva a la madre venezolana la tranquilidad, que su hijo no muera en manos de la inseguridad, o en un hospital por falta de insumos, que mas nunca una interminable cola para comprar comida le quite tiempo para ver crecer a sus hijos y que la educación sea la garante de un futuro colmado de oportunidades.
Doctor Aveledo desde este momento tenga presente que cada minuto que demoren en conformar una verdadera y robusta unidad, se apaga la luz de esperanza dentro y fuera de las rejas.
Estamos convencidos de que la nueva MUD no será sólo una máquina de ganar elecciones, sino, un punto de encuentro para todos los venezolanos, que haga frente al evidente y confeso colapso del actual sistema político y económico.
Señor Aveledo, es el momento histórico de demostrar humildad y desprendimiento para convocar a la unidad de todos los factores democráticos y finalmente lograr el cambio que merece nuestra Venezuela.
El Nacional/DC