El presidente estadounidense, Barack Obama, reconoció este viernes que su país hizo algunas cosas que «estuvieron mal» tras los atentados terroristas del 11 septiembre de 2001, entre ellas torturar a algunos detenidos.
«Torturamos a gente», afirmó Obama en la sala de prensa de la Casa Blanca al comentar la polémica sobre un informe del Senado en el que se investiga el uso de controvertidos procesos de interrogatorio a sospechosos de terrorismo, incluida la asfixia simulada, entre 2001 y 2009 por parte de la CIA.
«Cruzamos la línea, hicimos cosas que van contra nuestros valores», agregó el gobernante, quien no obstante indicó que hay que entender estas acciones en el contexto de los atentados sufridos por Estados Unidos en septiembre de 2001
Por ello, señaló que no hay que ser «ingenuos de manera retrospectiva sobre el trabajo» de los agentes de los servicios de inteligencia en esos difíciles momentos, tras el derribo de las Torres Gemelas en Nueva York, el atentado contra el Pentágono en Washington y el avión derribado en Pensilvania.
«Estaban trabajando bajo una enorme presión y son patriotas de verdad», indicó Obama ante los periodistas en una comparecencia que no estaba prevista en su agenda presidencial.
Asimismo, precisó que «esto tiene que ser entendido y aceptado y como país debemos tomar responsabilidad por ello para que no lo volvamos a hacer en el futuro».
No es la primera vez que Obama reconoce que los servicios de inteligencia se propasaron y torturaron a detenidos, pero sí en la que lo señala de manera tan clara.
La polémica sobre el informe del Comité de Inteligencia del Senado ha vuelto a resurgir esta semana después de que el director actual de la CIA, John Brennan, pidiera disculpas a los congresistas al admitir que funcionarios de la agencia habían espiado ordenadores pertenecientes a empleados del citado comité durante la investigación.
El Espectador/DC