Douglas Zabala/ Abogado/ @douglazabala
Que Hugo Chávez haya sido declarado ciudadano ilustre de Mercosur, a nadie le debe provocar escozor, porque si algo ha de reconocérsele a este controvertido personaje será las iniciativas integradoras, que desde muy temprano comenzó a manifestar en su condición de Presidente, de una nación que como nunca había colocado tanto empeño en promover la creación de organismo Regionales y Subregionales, en aras de buscar transformar las relaciones de poder, no sólo con el mismísimo imperio, sino con los otros procesos integradores de la vieja Europa.
Ha sido muy satisfactorio ver reunidos en Caracas, a propósito de este encuentro de Mandatarios, desde el viejo Tupamaro Pepe Mujica hasta el nuevo Presidente del Paraguay, exponiendo sus puntos de vista de forma plural y con respeto a la democracia y al derecho a disentir. Así como también ha sido una señal positiva que la implementación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados, lleven la impronta inequívoca de programas sociales, contra la mal recordada política del neoliberalismo económico y el fracasado Alca.
Los esfuerzos colocados por el ausente Presidente, en la creación y consolidación de organismos integradores para América Latina, como el CELAC, PETROCARIBE, UNASUR, ALBA y sus últimos empeños por incorporar a Venezuela al MERCOSUR, no se le pueden escatimar, y negarlo sería una estúpida mezquindad. Ahora bien, el punto en disputa con esos incontrovertibles esfuerzos integracionistas, siempre ha sido la visión desintegradora hacia lo interno de su país, el cual gobernó bajo los signos de la expropiación y el desmantelamiento del aparato productivo privado.
Que este año la inflación pudiera colocarse en el orden del 70%, el PIB se contraiga hasta un 2%, la devaluación impuesta a través de los perversos Sicad I y Sicad II, amenace con provocar estallidos sociales y la gran escasez de dólares para pagar las escandalosas importaciones tienda a agudizarse, son hechos más que indicativos del tratamiento errático dado durante todo el periodo de gobierno anterior. Tarde o temprano los seguidores del impulsador de políticas unificadoras hacia afuera, tendrán que reconocer también esta otra gran verdad.
Desde los días de Playa Girón, la Primera Declaración de la Habana y la bala que mató al Che, ha corrido mucha agua por los turbulentos ríos de esta América; y por supuesto las horas de cuando la OEA impuso que el marxismo-leninismo era incompatible con el Sistema Interamericano, ya no existen, como tampoco persisten las causas que originaron el bloqueo económico con el cual han martirizado al pueblo de Martí. Ahora bien, entenderá Maduro, que así como esos tiempos no volverán, tampoco regresará el fracasado modelo interno impuesto por su predecesor.
Es otra gran verdad que desde los tiempos del garrote vil y la diplomacia cañonera, la bandera gringa ha seguido al dólar, y sus intereses coloniales han seguido a su bandera por nuestro continente. Asumirá Nicolás, en consonancia con su predica actual en Mercosur, políticas económicas junto al sector productivo nacional, para poder ser competitivo en los mercados internacionales o seguirá las huellas de su eterno Comandante, quien en esta materia fue candil integracionista del continente y oscuridad desintegradora de la casa. Sólo el tiempo y sus circunstancias lo dirán.
DC/Douglas Zabala/ @douglazabala