Durante la audiencia, el papa también expresó su cercanía a los familiares de las víctimas y afectados por el terremoto del pasado domingo en Yunnan, suroeste de China, y que ha provocado la muerte de al menos 589 personas.
La audiencia general se realizó en un Aula Pablo VI repleta de peregrinos y otros siguieron la catequesis en las pantallas gigantes colocadas en la plaza San Pedro.
La catequesis del papa de hoy estuvo dedicada al pasaje de la Biblia en la que Jesús «entrega a sus discípulos una enseñanza nueva, que comienza con las Bienaventuranzas».
Para Francisco, las Bienaventuranzas «son como el retrato de Jesús, su forma de vida y el camino de la felicidad que anhela el corazón humano» y concluyó que el «día del juicio final no se presentarán títulos o créditos», y añadió: «Las preguntas que se nos harán serán sobre nuestra beatitud».
El papa dedicó más de 45 minutos a saludar a los fieles antes de la audiencia y además de estrechar manos, dar besos y hacerse fotos con los presentes, también firmó con su nombre la camiseta que llevaba un joven alemán que le pidió un autógrafo.
EFE