Se puede encontrar en la iglesia, bajo el altar, a un tiro de piedra del cura de la parroquia que distribuye la comunión entre los fieles. Ahora Ciccio acude a misa, en la iglesia donde solía acompañar a María, y donde según los fieles espera a reunirse con ella.
Una historia, la de Ciccio, que durante meses ha estado en boca de toda una ciudad y que recuerda a la historia contada por la famosa película protagonizada por Richard Gere, Hachiko.
Un perro y su dueño, un vínculo que no se rompe, incluso después de la muerte.
DC/Lapatilla