Además de los rehenes, murieron 15 secuestradores durante el enfrentamiento entre los milicianos islámicos y el Ejército de Argelia, que había enviado a dos helicópteros a bombardear la zona para conseguir la liberación de los rehenes.
La agencia Reuters ha informado que siete rehenes extranjeros lograron sobrevivir al operativo fallido, dos de ellos estadounidenses. La agencia nacional de noticias Algèrie Presse Service señala que el ejército argelino ha liberado a cuatro rehenes extranjeros.
El Ejército de Argelia, en tanto, ha informado que el operativo permitió liberar a 600 rehenes argelinos, según cita la agencia estatal APS.
Minutos antes de que comenzara el ataque, habían conseguido escapar un grupo 20 secuestrados extranjeros, de nacionalidad presuntamente británica, japonesa, estadounidense, francesa y noruega, entre otras, al igual que unos 30 trabajadores argelinos.
El grupo armado islamista, cercano a Al Qaeda, mantenía secuestrados desde el miércoles a 41 extranjeros y decenas de argelinos en unas instalaciones de gas ubicas en el sureste de Argelia. Dos personas fueron asesinadas, según reportan los medios internacionales.
Los terroristas exigían que los soldados dejaran de asediarlos para comenzar a negociar la liberación de los rehenes, según un comunicado que remitieron a Al Jazeera.
El complejo de tratamiento de gas, que se encuentra 1.600 kilómetros al sureste de Argel, en Ain Amenas, está explotado por la empresa estatal argelina Sonatrach y las compañías British Petroleum y Statoil.
Al menos dos extranjeros ya fueron asesinados por los milicianos islamistas, entre ellos, un británico. El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, William Hague, calificó el episodio como un “asesinato a sangre fría”.