La agonía de decenas de pacientes infantiles se ve prolongada tras el cierre de los cuatro pabellones de cirugías del Hospital Pediátrico, debido a un bote de aguas negras que generó la contaminación del área.
Omaira Álvarez, con cara de desesperación y los ojos aguarapados, revela que para el día de ayer estaba prevista la operación de su hijo, a quien le harían injertos de piel, debido a que sufrió quemaduras de tercer grado en piernas y brazos.
“Ahora no sé cuándo operen a mi hijo, posiblemente la próxima semana. Mientras tanto, tiene que seguir aguantando la molestia y el dolor de las quemadas”, cuenta la señora, cuyo chamo de 13 años lleva 24 días internado en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga.
El doctor Jorge Gaiti, director del centro médico, explica que a las 2:00 de la madrugada del miércoles colapsaron los desagües cercanos al ascensor.
Las aguas negras se esparcieron por el pasillo, llegando a los cuatro pabellones que están en el primer piso. Ante esta situación, se vieron en la obligación de cerrarlos, así como de clausurar dicho pasillo, para evitar que los gérmenes contaminantes se extiendan a otras áreas.
También suspendieron todas las intervenciones quirúrgicas que estaban programadas para ayer y hoy. La reactivación se hará una vez que terminen los trabajos para destapar las tuberías.
DC/ La Prensa de Lara