Los juegos eróticos en una hamaca chirriante constituyen un argumento legal para rescindir el contrato de alquiler de un apartamento, según el fallo de un tribunal de la ciudad alemana de Múnich.
La corte dio la razón a la propietaria de un apartamento en el que el inquilino había colgado del techo una vieja hamaca que utilizaba para juegos eróticos nocturnos con otros hombres.
Los ruidos desataron las protestas de los vecinos y llevaron a la propietaria a rescindir el contrato.
Según los jueces, los ruidos nocturnos no se condicen con «el uso de alquiler normal», por lo que no deben ser tolerados ni por los restantes locatarios ni por la propietaria.
dpa/Agencias