Durante la segunda semana del Plan, los diversos organismos del Estado participantes realizaron hasta el viernes pasado más de 320 inspecciones en todo el país, que incluyó plantas procesadoras, almacenadoras, depósitos, distribuidoras y comercios de los productos de la canasta alimentaria, para combatir el acaparamiento y garantizar la distribución de dichos artículos de primera necesidad.
Entre los resultados de las fiscalizaciones, recordó que las fallas puntuales registradas durante la primera semana de enero se debieron a que muchas empresas, distribuidoras y transportistas, tomaron más de 15 días por la temporada vacacional decembrina y eso, aunado a que en diciembre las personas compran más alimento de lo habitual, ocasionó fallas en algunos productos como la harina de maíz precocida, azúcar y pollo.
Asimismo, se registró deficiencias en la distribución de productos y desviación de alimentos a la economía informal.
En este particular, el superintendente explicó: «El problema no es el buhonero, el problema son las personas que le venden al comerciante informal, porque desvían parte de su mercancía. También hay personas que llevan a toda su familia y cada una compra cuatro kilos de azúcar y regresan al día siguiente a hacer lo mismo y de esta forma sacan el producto.
DC/AVN