Un hombre que mató a ocho vecinos tras una disputa por el lugar de colocación de un espejo en la ciudad de Pingdingshan, en la provincia central china de Henan, ha sido condenado a pena de muerte.
Un tribunal local sentenció a Li Lingtao, de 41 años de edad, por asesinar a ocho personas, incluidos tres niños, el 20 de mayo usando una barra de hierro, un hacha y un cuchillo de carnicero.
Li se entregó a la policía después del crimen y dijo que estaba enfadado porque los vecinos que vivían en la casa de enfrente a la suya habían puesto un espejo en la puerta. Creía que estaban tratando de perjudicar su feng shui, un antiguo sistema filosófico chino según el cual se considera que los augurios geománticos afectan a la fortuna de un domicilio.
Durante un juicio abierto al que acudieron cerca de 100 personas el jueves, Li admitió ante el tribunal que mató a estas personas por venganza.
El Tribunal Popular Intermedio de Pingdingshan también le privó de sus derechos políticos de por vida.
Xinhua