La presidenta de Brasil Dilma Rousseff arremetió con fuerza este lunes durante un debate contra la candidata Marina Silva, la principal amenaza a su reelección, aunque la ecologista devolvió los golpes y acusó a la mandataria de no reconocer errores.
A poco más de un mes de las elecciones en Brasil, Silva alcanzó por primera vez a Rousseff (Partido de los Trabajadores, izquierda) en la intención de voto para la primera vuelta, con 34% cada una, y le ganaría en la segunda vuelta por 10 puntos, según sondeos.
Rousseff aprovechó casi todas sus oportunidades para encarar a Silva, candidata del Partido Socialista (PSB) y la acusó de no explicar claramente cómo cumplirá promesas cómo el destinar 10% del PIB para la educación y un mayor presupuesto para salud o pasajes estudiantiles.
«La candidata (Silva) habló pero no respondió la pregunta sobre de dónde sacará el dinero. Quien gobierna tiene que responder cómo hará. No basta comprometerse y prometer», lanzó Rousseff. Silva ha dicho que sus planteamientos no son promesas sino compromisos, y que se conseguirán con mayor eficiencia en el gasto público.
«Cuando se es presidente usted precisa explicar. No basta decir qué va a hacer una lista de cosas sin decir de dónde viene el dinero», retrucó Rousseff más adelante.
Silva aprovechó una respuesta de la Mandataria, que responsabilizó a la crisis económica externa por el débil crecimiento del PIB brasileño, para asegurar que la Mandataria no es capaz de reconocer los errores de su gestión.
AFP