Lo segundo será supervisar los lugares dónde se están aplicando y si esos son los adecuados, así como evaluar quiénes son los especialistas indicados para colocarlas y quiénes lo están haciendo.
«Esto es algo nuevo, hasta ahora no hemos recibido ninguna denuncia relacionada con estas mallas linguales». El método es usado para adelgazar y están hechas de un material médico quirúrgico y se cosen sobre la lengua con unos puntos de sutura.
La malla impide a la persona comer alimentos sólidos, por ello debe ingerir dietas líquidas. El Sacs hará inspecciones para garantizar que la salud de las personas no esté en riesgo con este método, y no ocurran casos lamentables.
Con las denuncias recibidas sobre la venta de aparatos de ortodoncia en las calles y aplicación de biopolímeros desde 2011, el Sacs ha visto un patrón, pues sus ventas o usos aumentan cerca de festividades o de asuetos, por lo que Antúnez, no descarta que ocurra igual en el caso de la malla supralingual.
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