En el texto, el Primer Mandatario expresó que tiene la certeza que los países de la región se van pareciendo a lo que alguna vez fueron y siempre desearon ser.
Enfatizó en la carta que nuestra América es capaz de verse y pensarse a sí misma con plena autonomía y que fracasarán quienes intenten desviar a las naciones que la integran.
En la cumbre de la Celac, el presidente chileno Sebastián Piñera hizo votos por la pronta recuperación del primer mandatario nacional, Hugo Chávez, y afirmó que esperan tenerlo de vuelta próximamente.
Pidió a la delegación venezolana manifestar palabras de apoyo a su homólogo venezolano.
«A Hugo Chávez le expresamos una vez más nuestros deseos sentidos y sinceros de una pronta recuperación en esta enfermedad con la cual ha luchado con tenacidad. Queremos aprovechar la presencia de Maduro para pedirle que le entregue a Hugo Chávez esta insignia», dijo para luego entregarla al vicepresidente Nicolás Maduro.
El representante venezolano agradeció el «hermoso gesto» del mandatario chileno.
A continuación algunos fragmentos de la carta enviada por Hugo Chávez a la Celac:
En nombre del pueblo de Venezuela reciban un fervoroso saludo bolivariano junto al vivo testimonio de hermandad hacia cada uno de los pueblos de la patria grande. En realidad y en verdad, lamento no poder acudir a esta cita en Santiago de Chile, como es del conocimiento de todas y todos ustedes, desde diciembre del año pasado estoy batallando nuevamente por mi salud en la Cuba revolucionaria y hermana.
Por eso estas líneas son la manera de hacerme presente en esta cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, son la manera de reafirmar más que nunca el compromiso vivo y activo de Venezuela con la causa histórica de la unión.
Imposible no sentir a Simón Bolívar palpitando entre nosotros en esta cumbre de la unidad. Imposible no evocar a Pablo Neruda, al Pablo de Chile y de América, en esta tierra y en este presente de patria grande que estamos hechos. Decía Pablo Neruda: Libertador, un mundo de paz nación en tus brazos. La paz, el pan y el trigo de tu sangre nacieron, de nuestra jovensangre venida de tu sangre saldrán paz, pan y trigo para el mundo que haremos. Bolívar, siempre Bolívar.
Por eso, con un recuerdo vivo quiero compartir con ustedes una certeza; gracias a Celac ya nos vamos pareciendo a lo que una vez fuimos y a todo lo que quisimos ser, pero nos fue arrebatado. Nos vamos pareciendo a la Pacha Mama, a la cintura cósmica del sur, a la reina de las naciones, a la madre de las repúblicas.
El espíritu de la unidad ha vuelto con toda su fuerza, es el espíritu de nuestros libertadores y libertadoras, que reencarnado en los pueblos de nuestra América Latinocaribeña, es el espíritu en el que confluyen muchas voces para hablar como una sola voz, fue el entrañable espíritu de la Cumbre de América Latina y el Caribe que dio nacimiento a la Celac en Caracas; es el entrañable espíritu de esta cumbre en Santiago de Chile.
Desde aquel diciembre del año 2011, cuando fundamos en Caracas la Celac, los acontecimientos mundiales no han hecho más que ratificar la extraordinaria importancia del gran paso hacia delante que dimos.
A un año y casi dos meses de la constitución en Caracas, la Celac ha sabido plantarse con un carácter y una personalidad bien definida. lejos de cualquier dictamen o pretensión ajena a sus principios y postulados, hoy más que nunca podemos decir que cuando afirmamos que hemos reemprendido real y verdaderamente el camino de nuestros libertadores, lema que identifica esta comunidad,no estábamos haciendo una retórica ni una vana declaración.
Por eso hoy ratificamos la denuncia y la condena al vergonzoso bloqueo imperial a la Cuba martiana y revolucionaria, la continua colonización y ahora la militarización progresiva de las islas Malvinas, ambos hechos son violatorios de todas las resoluciones que ha emitido la ONU para salvaguardar los derechos del pueblo cubano y argentino. Pero sin duda alguna, de parte de este organismo supranacional para hacerlas cumplir.
La justicia está incontestablemante del lado de Cuba y de Argentina. Si somos una nación de repúblicas, nuestra soberanía es la de toda la patria grande y debemos hacerla respetar.
DC/