La crónica escasez de alimentos y productos básicos en Venezuela comenzó a invadir el territorio de la belleza femenina y uno de sus íconos: el implante de senos.
Los venezolanos, atávicamente preocupados por la belleza de sus mujeres, enfrentan ahora una escasez de implantes de mama provenientes de marcas reconocidas y tanto mujeres como médicos ahora han echado mano de dispositivos que no tienen la talla ideal o que son hechos en China con unos estándares de calidad menos rigurosos.
Antes, las venezolanas tenían acceso a los implantes que eran aprobados de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos. Pero los médicos ahora dicen que no es posible encontrarlos debido a una restrictiva política de control de cambios que ha impedido a empresas locales importar productos extranjeros pues no tienen acceso a los dólares para hacer la transacción.
Puede que no sea un artículo de primera necesidad pero los cirujanos dicen que el tema afecta la psique de la mujer venezolana, que se preocupa por su imagen.
“La gente se queja”, dice Ramón Zapata, Presidente de la Sociedad de Cirujanos Plásticos. “La mujer venezolana se preocupa mucho por su estima personal”.
DC/ AP