Según fuentes policiales, a través de trabajos de inteligencia, la Policía Científica logró dar con un oficial del Cuerpo Bolivariano de la Policía del estado Zulia quien está involucrado en el hecho, identificado como Antonio Kenneth. Presuntamente fue quien le dio la jugosa cantidad de dinero al sicario para que le diera muerte a la joven secretaria colonesa.
Mientras que, al pistolero, oriundo de Caja Seca, lo lograron aprehender en la población de El Vigía, por otros delitos. Al ver que estaba solicitado inmediatamente los cuerpos policiales se pusieron en comunicación para entregarlo al Cicpc- San Carlos. Como Reinel Briceño, de 27 años de edad, quedó identificado y actualmente está detenido junto con el CPBEZ en la delegación.
De esta manera, sólo quedaría por atrapar a la ex pareja de la fémina asesinada, Leddyn Luzardo Urdaneta, quien está actualmente solicitado por ser el cabecilla del crimen.
Aunque toda la población ya sabe sobre la detención de las primeras dos personas involucradas en el vil feminicidio, las autoridades del Cicpc esperarán hasta el próximo miércoles para ofrecer más detalles sobre la detención en la delegación Zulia, ubicada en Maracaibo, en una rueda de prensa.
Los hechos
De dos tiros certeros en la cabeza fue asesinada Maryorie Camejo, de 23 años, este lunes en la tarde, a 100 metros de la sede del Cicpc-San Carlos.
Un sujeto, de contextura delgada, a bordo de una motocicleta, se estacionó en la escuela Víctor Julio González, en Las Delicias, en Santa Bárbara del Zulia y comenzó a buscar a Camejo.
Una vez localizó a la profesional de la administración en una oficina de la institución educativa, apartó a dos maestras que se encontraban con la joven y de inmediato abrió fuego sin piedad mientras ésta estaba sentada en un escritorio.
Acto seguido el sujeto huyó, dejando abandonada la moto Bera azul en un apartado sector. La misma fue recuperada por efectivos de la Policía de Colón, según indicó Américo Contreras, director de ese organismo.
La secretaria del plantel era hija de la subdirectora de esa institución.
Hasta ese momento no descartaban ninguna hipótesis, sin embargo, todos sospechaban de su ex novio, con quien había terminado meses antes del homicidio en muy malos términos.
Desde entonces no había un culpable tras las rejas. Casi dos meses después lograron dar con dos de sus asesinos.
La comunidad colonesa quedó muy conmocionada y afectada por la forma tan brutal en la que murió la joven alegre, ocurrente y suspicaz.
DC