El Papa Francisco instó el martes a los países a unir fuerzas para ayudar al creciente número de emigrantes, miles de los cuales han muerto este año en arriesgados viajes para escapar de la pobreza y la guerra.
El mensaje del Pontífice se da en momentos en que la migración por vía marítima del norte de África a Europa alcanza niveles récord y Estados Unidos experimenta un aumento en el número de niños centroamericanos que intentan cruzar la frontera del sur del país, informó Reuters.
«Grandes números de personas están dejando sus países, con una maleta cargada de temores y deseos, para emprender un prometedor y peligroso viaje en busca de condiciones más humanas de vida», dijo el Papa en el mensaje.
Francisco llamó a la creación de una «red universal de cooperación», al sostener que las organizaciones en todo el mundo están haciendo esfuerzos «loables» pero que se necesita una acción más decisiva para garantizar condiciones humanas para los emigrantes.
El domingo se informó que desaparecieron 40 personas luego de que la balsa en la que viajaban se hundiera 48 kilómetros al este de Libia, lo que llevó a las autoridades italianas a desplegar la misión de rescate Mare Nostrum.
La violencia y el caos político en Libia han sido aprovechados por traficantes que llevan personas, muchas de las cuales han escapado del conflicto en Siria o han sido obligadas a realizar el servicio militar en Eritrea, en botes deteriorados y cobran alrededor de 1.000 dólares por el pasaje.
La semana pasada, la Organización Internacional para las Migraciones dijo que al menos 3.000 emigrantes habían muerto en el Mar Mediterráneo este año.
El saliente ministro de Justicia de Libia, Salah Bashir Marghani, dijo la semana pasada que Libia, donde grupos armados han tomado el control de la capital Trípoli, necesitaba de sus vecinos para ayudar a resolver el problema.
«Tenemos que tener un país apropiado para hacer estas cosas. Un país en guerra con sí mismo difícilmente puede tener el control», dijo Marghani a la prensa en Roma.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decidió postergar medidas ejecutivas sobre su reforma al sistema de inmigración hasta después de las elecciones legislativas de noviembre, al sostener que los casi 63.000 niños de América Central que cruzaron la frontera a Estados Unidos el año pasado llevaron a que los ciudadanos estuviesen más preocupados por las nuevas medidas de inmigración.
Roma ha reiterado los llamados a mayor ayuda de sus socios europeos para abordar la emergencia y la Comisión de la Unión Europea dijo que su agencia de control de fronteras Frontex reforzaría la misión Mare Nostrum.
El Papa Francisco también llamó a un «orden económico y financiero más equitativo y justo». Su primer viaje después de que fuera nombrado en el 2013 fue a la isla italiana de Lampedusa, a mitad de camino entre Sicilia y Túnez, a donde llegan muchos botes de migrantes.
DC/EFE
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