El taxista Igor Antonio Hidalgo, de 50 años, fue secuestrado por dos hombres que le solicitaron una carrera en la población de Araira, en el estado Miranda. A la altura del vertedero, donde había palos y piedras que le impedía continuar con la marcha, lo iban a asesinar e intentó evitarlo.
Los delincuentes lo golpearon con sus armas y la víctima aceleró el vehículo marca Mitsubishi, modelo Signo, año 2007, de color blanco, que terminó volcado. Los antisociales lograron escapar junto a unos motorizados que estaban estacionados metros más adelante.
“Ya los araireños no aguantamos esto, la policía brilla por su ausencia, Araira tiene una sola prefectura que tiene una sola patrulla con dos o tres policías máximo“, comento Víctor Piñero, hijastro del fallecido.
Hidalgo murió de un paro respiratorio el domingo 28 de febrero en el hospital Domingo Luciani de El Llanito, producto de los golpes sufridos durante el incidente que ocurrió el lunes 22 de febrero a las 11:30 de la noche. Primero fue llevado al Seguro Social de Guarenas, donde por lo delicado de su salud fue remitido a Caracas.
“Nos hablan de una guerra económica, la guerra que vivimos los venezolanos es día a día con la delincuencia, lo digo con todo dolor”, añadió el familiar, quien dijo ser como su hijo de sangre porque desde hace 18 años compartían.
DC|EP