Según contaron algunos testigos del crimen, Rigoberto Fernández Mora, de 29 años, estaba arreglando una moto con su padre en su residencia que también funge como taller mecánico, ubicada en la avenida Universidad de la localidad.
Dos hombres llegaron en otro bimotor y sin contemplación ante la presencia del progenitor de su blanco, le dispararon en cinco oportunidades, dejándolo muerto en el sitio.
Los gritos y la desesperación no se hicieron esperar. Su padre quedó destrozado ante la mirada de su hijo sin vida y tirado en el piso de su propia casa.
Autoridades policiales como: Policía Municipal de Colón, Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia y Cuerpo de Investigaciones Científicas y Criminalísticas, acudieron a la escena del crimen y en conjunto investigan a los sicarios de El Riguito como cariñosamente le llamaban en vida al occiso.
DC