De 17 tiros asesinaron a un adolescente que se encontraba conversando con amigos frente a su casa, en el municipio Santa Rita.
Su trágico deceso viene a engrosar la lista de personas muertas en esa jurisdicción, al parecer, producto de la guerra entre bandas que se disputan el control de la extorsión en la Costa Oriental del Lago.
En esta oportunidad la víctima fue un menor de edad, el cual fue identificado como Jesús Uzcátegui, conocido con el apodo de “El Pelón”, entre sus parientes y allegados.
Su deceso ocurrió aproximadamente a las 7:00 de la noche de este viernes, cuando el joven se encontraba en compañía de amigos en el frente de su residencia, ubicada en el sector Puerto Escondido, Villa Santa Rita, casa numero D-04, al sur del municipio costero.
Según versión contada por familiares que esperaban el cuerpo en la morgue de Cabimas, donde le efectuaban la necropsia de rigor, el muchacho estaba frente a su casa con un grupo aproximado de 15 personas. Entre todos conversaban y compartían animados la llegada del fin de semana.
Al poco rato distinguieron a lo lejos que se acercaban al tumulto dos motos a toda velocidad. Sobre ellas venían cuatro hombres –dos en cada una-.
“Comenzaron a realizar disparos desde la distancia. Eran pistoleros que disparaban al aire. Esos hombres llegaron a la comunidad en forma amenazante. Jesús murió por una bala perdida de ellos”, contó un familiar mientras esperaba la entrega del cadáver.
Pero la versión de los parientes sobre la bala perdida contrasta con los hechos, ya que al joven le contaron en la necropsia no menos de 17 orificios de entrada y salida en su cuerpo y, según efectivos policiales, seria improbable que una sola persona recibiera todos los disparos que efectuaron al aire los gatilleros, sin que hubiera otros lesionados.
“El ataque venia directamente al muchacho. Y los disparos al aire que efectuaron los homicidas eran para dispersar a los presentes antes de atacarlo. Yo no creo que eso haya sido una bala perdida”, dijo un funcionario.
Según contaron allegados, el muchacho no estaba en malos pasos y era estudiante de la Misión Ribas donde cursaba el bachillerato.
“Todos los muertos de Santa Rita dicen que son producto de una guerra entre bandas. Pero Jesús era un muchacho tranquilo. No sabemos de dónde vino ese ataque. Quién sabe si era para amedrentar a otros. Porque hace poco mataron a un director de escuela en Santa Rita, un hombre sano, pero los asesinos querían amedrentar a un familiar suyo. Y el director no tenía nada que ver en los problemas de su pariente. A lo mejor eso mismo pasó con Jesús. Pero serán las autoridades las que investiguen si es verdad o no”, agregó un allegado.
Familiares indicaron que el adolescente era el tercero de cinco hermanos y dejo un hijo huérfano de apenas un mes de nacido.
En la Costa Oriental del Lago son los municipios Miranda, Santa Rita y Cabimas los que se han vuelto propensos a la ola de sicariatos.
Las autoridades han descrito que tienen su raíz en las bandas que se disputan territorios para cobrar vacunas a comerciantes, constructores, empresarios y personas con fluidez monetaria.
La semana pasada fue emboscado también en Santa Rita, Raúl Emilio Abreu un ex polisur quien efectuaba ocasionalmente comisiones para el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
Panorama | DC