Caín Westcarr, de Gloucester, en Reino Unido, había pasado dos días discutiendo con su madre Verónica Lee, y fue descubierto sólo 40 minutos después de haber dicho que se iba a su cuarto a escuchar música.
Fue declarado muerto más tarde en el Hospital Gloucestershire Royal, pero según la investigación creen que su acto puede haber sido un grito de ayuda y que no tenía la intención de quitarse la vida. Su madre le había quitado el teléfono en junio del años pasado.
Ella dijo entre lágrimas la investigación: «No creo que él realmente quería suicidarse. No creo que él quería vivir más la vida que tenía, pero no creo que él quería morir. Creo que fue un grito de ayuda.
El detective Mark Steinhouse, de la Policía de Gloucestershire, dijo que no había circunstancias sospechosas y que tras examinar el teléfono no encontraron ninguna evidencia de relevancia.
El jovencito estudiaba en la Escuela Beaufort, y en un reporte escolar leído durante las investigaciones, elogiaban a Caín por ser un «alumno muy respetado y popular» que fue «respetuoso» y un «ávido lector.
DC/The Daily Mail