Brasil registró casi 11.200 homicidios cometidos por las fuerzas del orden en los últimos cinco años, un promedio de seis muertes por día, reveló una organización este martes.
El estado donde las acciones policiales resultaron más letales fue Río de Janeiro, cuya capital, del mismo nombre, será sede de los Juegos Olímpicos 2016, según cifras del Foro Brasileño de Seguridad Pública.
Es la primera vez que esa ONG da a conocer datos completos de homicidios cometidos por policías en el país. El Foro Brasileño de Seguridad Pública recopila información de actos de violencia de gobiernos estatales desde 2006.
«Es evidencia empírica de que las policías brasileñas mantienen un patrón absolutamente abusivo del uso de fuerza letal como respuesta al crimen y la violencia», resaltó el estudio.
La cifra de homicidios cometidos por las fuerzas del orden en los últimos cinco años es mayor a la de las muertes por policías cometidas en los últimos 30 años en Estados Unidos. En Río de Janeiro, la policía mató a 416 personas en 2013, lo que representó una tasa de 2,5 muertes por cada 100.000 habitantes, la más alta del país.
La organización también reveló que cada 10 minutos una persona es asesinada en Brasil. El año pasado el país tuvo 50.806 homicidios dolosos, de los cuales 4.745 ocurrieron en Río de Janeiro. En too el país, 68% de los muertos eran de raza negra y más de la mitad tenían entre 15 y 29 años, según el Foro.
Los asesinatos en dicho estado se concentran en la región metropolitana en los barrios marginales y zonas pobres del norte y oeste. El país disminuyó su índice de homicidios 2,6%, en Río de Janeiro la tasa de asesinatos subió 15,1% entre 2012 y 2013.
Río de Janeiro es también donde más policías fueron asesinados, la mayoría fuera de servicio. Una de cada cinco muertes de policías ocurrió en ese estado y la cifra aumentó de 18 a 104 oficiales entre 2012 y 2013.
Bruno Paes Manso, un investigador del Núcleo de Estudios de Violencia de la Universidad de Sao Paulo dijo que, además del uso de fuerza letal, es muy común que la policía asesine a criminales como forma de aplicación de la justicia. Paes Manso mencionó como ejemplo el caso reciente en la ciudad de Belém, al norte de Brasil, donde nueve personas fueron asesinadas en una serie de ataques tras el homicidio de un policía.
«Ese tipo de práctica es muy recurrente y poco investigada», dijo Manso. «La violencia policiaca de hecho es mayor de lo que los datos oficiales muestran», agregó.
El académico dijo que para acabar con esas muertes se necesita una reforma policial que fusione a la policía que ronda en las calles con la judicial, que lleva a cabo las averiguaciones.
«La policía debe encargarse de todo el proceso de investigación», dijo Manso. «La sensación de impunidad es grande y acaba por incitar a los policías a hacer justicia por su propia mano», añadió.
AP | DC