El Gobierno de Mali pidió hoy a los medios de comunicación del país que se impliquen para calmar el pánico producido por la expansión del ébola y ayuden también a sensibilizar a la población sobre las medidas de protección.
El ministro de Economía Digital, Información y Comunicación, Mamadou Camara, dijo hoy en una rueda de prensa en Bamako que para combatir el ébola el Gobierno “necesita el acompañamiento de todos, concretamente de los profesionales de los medios de comunicación”.
Camara subrayó que “no hay que banalizar la situación, pero tampoco hay que dramatizarla”, y añadió que la situación actual ha llevado al Estado a superar una etapa en su lucha diaria contra la epidemia del ébola.
El ministro maliense también recordó la necesidad de compartir información con los medios de comunicación sobre la evolución de la situación.
“Para evitar la psicosis el Gobierno ha optado por la transparencia en la comunicación relacionada con la evolución de la situación”, apuntó Camara, que instó a la prensa a “no fiarse de los rumores” y limitar sus publicaciones a las informaciones emitidas por la célula de coordinación del Ministerio de Sanidad.
Esta célula está dirigida por el profesor Sow Est, que según el ministro maliense constituye la única fuente oficial, creíble y habilitada para informar a la población a través de la prensa y que ofrecerá un informe diario sobre la situación.
“El ébola no es una fatalidad, es una enfermedad que podemos vencer”, afirmó el ministro maliense, quien lamento que el pánico en la sociedad ha impuesto un cambio de comportamiento en la población.
Algunas voces piden ahora el cierre provisional de las escuelas y la prohibición de los funerales, así como de otras aglomeraciones sociales y culturales.
La epidemia de ébola se está extendiendo por la capital de Mali, primero con la muerte el martes pasado de un enfermero en la Clínica Pasteur, situada en un barrio donde abundan las embajadas y los centros comerciales, tras haber tenido contacto con un anciano imán de origen guineano que fue tratado en esa clínica, donde murió el pasado 27 de octubre.
El funeral y entierro del imán se hizo según los rituales tradicionales de lavado y mortaja del cuerpo sin protección pues entonces se ignoraba que tuviera ébola, pero esa parece haber sido la causa de que el virus se haya extendido en Mali.
Dos días después dos personas fallecieron en el Hospital Gabriel Touré, el mayor de la capital y muy cercano al mercado central, entre ellas una anciana que había asistido al entierro del imán y que posiblemente llevó el virus a este hospital.
El presidente de Mali, Ibrahim Boubacar Keita, que espera el informe sobre el caso de la clínica Pasteur y que prometió sancionar a los culpables de la negligencia, celebró hoy una reunión de crisis para reflexionar sobre los medios más apropiados para limitar la propagación del virus.
El primer caso de ébola en Mali se anunció el pasado 24 de octubre, cuando una niña de dos años falleció tras volver a su país desde Guinea Conakry, uno de los tres países de África occidental más afectados por el virus junto a Liberia y Sierra Leona.
DC/EFE
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