El artefacto, detonado a distancia, estalló en la ciudad de Hazara, donde los chiitas son mayoritarios, cerca de Queta, capital de la provincia de Baluchistán, añadió la fuente.
«Al menos 47 personas murieron y unas 200 resultaron heridas. Era una bomba dirigida por control remoto. Todos los muertos pertenecían a la comunidad chiita», dijo a la AFP Wazir Khan Nasir, un responsable de la policía de Queta y advirtió que el número de víctimas podría aumentar.
«El blanco del atentado era la comunidad chiita», añadió.
El secretario de Asuntos Interiores de la provincia, Akbar Husain Durrani, afirmó a la AFP que entre las víctimas mortales había mujeres y niños.
Un primer balance había dado cuenta de diez muertos.
Hace un mes, Queta vivió una de las jornadas más sangrientas de su historia debido a tres atentados que causaron más de un centenar de muertos, de los cuales casi 90 fallecieron en un ataque indiscriminado contra vecinos de un barrio chií.