La Amnistía, por Luis Acosta

La Amnistía es más vieja que La Gaita. La crearon e inventaron los tratadistas para resolver los conflictos y desmanes de las acciones políticas y anárquicas y para terminar -a la larga- con las diferencias entre los dirigentes que queramos o no son importantes en la vida de los pueblos. Y a pesar de que por allí, se cuelan otros detalles colaterales como la influencia de factores sentimentales y humanos que en el fondo, son políticos y se presentan por si solos en el meollo y que, si se suman, entonces, la Amnistía se complica y así, hay que apelar a la Ley en vez de irse por la vía del Acuerdo.
Pero, ya el mundo asimiló los males de las Amnistías modernas al comparar con los buenos resultados políticos y sociales que se derivan con ese trato, tanto, que las Amnistías tienen vieja data. Por ejemplo, la Amnistía militar Española se firmó en el año 1934; mediante la cual el General SanJurjo salió en libertad. A igual, el Presidente Ronald Reagan durante su gobierno tomó una decisión política que llamó “Amnistía” y que legalizó a los ciudadanos malos y buenos que hacían vida indocumentada en su país.
De manera que no es un movimiento político sobrevenido ni traído por las greñas. En efecto, aun entendiendo los dolores de los familiares de las víctimas. Lamentablemente, es necesario perdonar a los que creyeron que las revueltas e insurgencias ayudaban a su país; como lo creyeron los guerrilleros Fidel y Peckoff o Chávez a su manera. Desde luego, todo se olvida en aras de tranquilizar la Nación si ese fuere el caso. O de vaciar las cárceles, como, lo está proponiendo el presidente norteño en Guantánamo. Mas, una de las razones que esgrime el Sr. Obama es el cumplir los compromisos de su campaña electoral y con sus votantes. Entonces, el ofreció el vaciado de Guantánamo y gano la contienda. ¿ Luego, de que otra forma se puede medir su decisión que no sea esa?
Pues bien, siempre algo o mucho de esto se impulsan con las Amnistías. En efecto, los abogados de la MUD reunidos con los jurisconsultos encargados de estudiar la Ley. Tuvieron que incluir a los presos “Políticos”, emigrantes, reos, acusados, culpables de delitos y otros, dentro del país que cubren los 17 años del gobierno revolucionario hasta la proclamación de la ley porque: muchos venezolanos se fueron por miedo, sin ser cobardes. Otros por sentirse acosados y perseguidos y, de pronto, algunos no entendieron lo que pasaba pero, se atemorizaron y salieron del país porque veían que los presos entraban a la jurisdicción y no salían. Es decir, ¡se manejaban medias verdades y las verdades son peores que las mentiras!.
Por otro lado como dijimos, se plantea el problema moral y social de los fallecidos y sus deudos pero, precisamente, “el olvidar los delitos es la base y lo difícil de la materia” mas, nada pude ser más valioso que la suerte última en favor de la Patria. Lo otro es empeñarse en creer y saber quién ultimó a cada quien, por ejemplo en las guarimbas, y todos sabemos que nadie lo sabe. Entonces nos toca a los venezolanos sin excepciones el ser universales y nos toca aprobar esa Amnistía aun “ a regañadientes”. Sobre todo, en un momento político tan azaroso y conflictivo donde el Presidente Maduro con hidalguía y generosidad debe aprobar la Ley de Amnistía que de verdad nadie sabe quién gana y si vamos a ganador es el Gobierno.

DC / Luis Acosta / Artículista