Hay elecciones de vida impostergables que tu ser interior y tus relaciones con otros demandan. Cuatro de esas elecciones vitales son: Chequea el manual de instrucciones, persevera en la verdad, aprende de la vida de otros y…
El Consejo: Busca sabiduría
Un joven muy pobre y recién casado le comunicó a su esposa que viajaría lejos, buscaría un empleo y regresaría cuando pudiera darle una vida más cómoda y digna. Solo le pidió que lo esperara y ambos fueran fieles. Caminó muchos días a pie hasta que encontró, a su solicitud, un hacendado dispuesto a dejarlo trabajar sin recibir su salario, colocar su paga en una cuenta de ahorros hasta el día en que se quisiera ir y ese día entregársela.
Aquel joven trabajó durante 20 años sin descanso y llegó el día de pedirle el dinero a su patrón y regresar a casa. El jefe le dijo: –Hicimos un pacto y lo cumpliré, pero antes quiero proponerte algo: Yo te doy tu dinero y tú te vas; o te doy tres consejos, sin el dinero y te vas. Piénsalo. Durante dos días pensó y asumiendo las consecuencias le respondió al patrón: –Quiero los tres consejos. Estos fueron: 1.- Nunca tomes atajos en tu vida; los caminos más cortos y desconocidos te pueden costar la vida. 2.- Nunca curiosees lo malo; la curiosidad por el mal puede ser fatal. 3.- Nunca tomes decisiones en momentos de dolor y odio; puedes arrepentirte demasiado tarde. Después, el patrón le dio tres panes: dos para comer en el viaje y uno con su amante esposa al llegar.
Emprendiendo su camino, el primer día alguien en la vía le preguntó: –¿A dónde va? Él le respondió:–Voy a un pueblo a unos 20 días de caminata por esta carretera. La persona le dijo: –Yo conozco un atajo por el cual llegará en menos días. Contento, tomó la trocha, ¡pero se acordó del primer consejo! Nunca tomes atajos… te pueden costar la vida. Y decidió alejarse de la trocha y retomar el camino original. Dos días después supo de otro viajero que tomó el atajo y lo emboscaron, golpearon y asaltaron.
Siguiendo su ruta, muy cansado, una noche durmió en una pensión del camino. En la madrugada un grito aterrador lo despertó, corrió hacia la puerta, ¡mas recordó el segundo consejo!: Nunca curiosees lo malo; puede ser fatal. Regresó y se acostó a dormir. Al amanecer, el dueño de la posada le dijo: –Tuvo suerte de sobrevivir, pues en las noches nos acecha un bandolero demente, que grita horriblemente y cuando el huésped sale a ver qué pasa, lo mata.
El hombre siguió su larga jornada a casa. Y finalmente, luego de 20 días caminando, llegó anocheciendo y vio por la ventana de su humilde vivienda a su esposa. Pero no estaba sola: Sobre su regazo estaba un hombre al que le acariciaba los cabellos. Al ver esto, se llenó de odio e ira, y decidió matarlos. Pero recordó el tercer consejo: Nunca tomes decisiones en momentos de dolor y odio; puedes arrepentirte demasiado tarde. Se detuvo, y durmió afuera aquella noche. Al amanecer, ya con la cabeza fría, decidió: –No los mataré. Regresaré con mi patrón, que se portó como mi mejor amigo, y le pediré que me acepte de vuelta. Pero antes le diré a mi esposa que siempre le fui fiel. Se dirigió a la puerta, tocó. Y al abrir, la esposa lo reconoció, se colgó de su cuello y lo abrazó con amor. Él trató de quitársela, pero no pudo y con lágrimas en los ojos le dijo: –Yo te fui fiel y tú me traicionaste. Ella alterada exclamó:–¿Qué? Jamás. ¡Te esperé por 20 años! –Y entonces, ¿quién era ese hombre que acariciabas ayer? –Ese hombre es nuestro hijo. Al irte, descubrí que estaba embarazada y hoy ya tiene 20 años. Entonces el marido entró, abrazó a su hijo, y se sentaron los tres a comer el último pan del viaje. Después de dar gracias, lo partió y al abrirlo, encontró todo su dinero en pequeños diamantes como pago de sus 20 años de dedicación.
No yerres en tus elecciones, calcula su costo y busca consejo porque las elecciones que hagas pueden ser de vida o muerte.
Proverbios 15:22 (NVI)
DC / Raúl Parra / Pastor / rlpt10@yahoo.es / @RaulParraT