Orion, la nave espacial de la NASA capaz de transportar seres humanos al espacio exterior, inició este viernes su primer vuelo de prueba, aunque sin tripulación, que servirá como test a futuras misiones que podrían llevar al hombre a Marte.
El lanzamiento, que había sido aplazado el jueves, se produjo finalmente a las 07H05 (12H05 GMT) de este viernes desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Cabo Cañaveral (Florida).
El potente cohete Delta IV Heavy, que había presentado problemas el jueves, despegó normalmente elevando la poderosa estructura de 8,6 toneladas, según pudieron ver en directo unas 27.000 personas y millones a través de las transmisiones televisivas.
«Fue una explosión que permite ver bien lo que este tipo de cohetes puede hacer», manifestó tras el lanzamiento Mark Geyer, director del proyecto.
Tras un ascenso de 17 minutos, Orion comenzó a hacer el primero de los dos recorridos previstos sobre la órbita terrestre, a 5.800 km de la tierra, es decir, una distancia casi 14 veces mayor que la Estación Espacial Internacional.
Orion, es la primera nave espacial estadounidense diseñada para transportar seres humanos hacia el espacio exterior, desde las misiones Apolo que hace cuatro décadas llevaron el hombre a la Luna.
Su diseño recuerda precisamente al Apolo XI que llegó al satélite terrestre en 1969. Como los Apolo, Orion está compuesto por una serie de cohetes principales, que la impulsan hacia el espacio, y una pequeña cápsula que constituye el habitáculo que ocuparían en un futuro las tripulaciones.
Esta primera misión de Orion permitirá evaluar el rendimiento de la cápsula espacial ante desafíos clave como la separación por etapas del cohete y la elevada radiación, el calor abrasador (de 2.200°C) antes del amerizaje en paracaídas frente a las costas de la península mexicana de Baja California.
Orión debe amarizar en el oceano Pacífico en un punto ubicado a unos 965 km al suroeste de San Diego, en California.
El regreso a tierra está previsto para realizarse en condiciones muy similares a lo que sería un eventual regreso de una nave espacial desde la Luna, explicó Geyer.
Cuando la nave empiece su retorno a la Tierra, los ingenieros estarán observando cuidadosamente el despliegue del paracaídas que deberá reducir la velocidad de la cápsula de 483 km por hora a 32 km/hora.
El exitoso lanzamiento de este viernes realizado por la NASA sirve como paliativo ante los fracasos recientes que representaron los dos accidentes de vuelos espaciales privados ocurridos en octubre pasado.
El cohete que impulsó a Orion no comparte sin embargo características con el cohete Antares de la empresa Orbital Sciences, que estalló el 28 de octubre poco después de su lanzamiento. Tres días después, un accidente fatal de la nave para turismo SpaceShipTwo, de la empresa Virgin Galactic, causó la muerte de sus dos pilotos.
«Vivimos un momento emocionante, pues el éxito de esta prueba nos acerca al momento en que podremos enviar seres humanos a Marte», dijo el director de la NASA, Charles Bolden.
Se estima que un primer vuelo tripulado de Orión se podrá realizar en 2021 y después esta cápsula podrá llevar seres humanos a la Luna, a un asteroide o Marte en los años siguientes.
El proyecto estadounidense de volver con tripulaciones al espacio exterior enfrenta cuestionamientos no sólo técnicos sino también presupuestales. El proyecto Orion, según el último presupuesto de la NASA alcanzará un total de entre 19.000 y 21.000 millones de dólares para 2021, por encima de los 18.000 millones que se estimaron en 2011.
Para la NASA, sin embargo, el éxito de Orion significa un respiro pues desde la jubilación de la vestusta flotilla de transbordadores espaciales en 2011, Estados Unidos no dispone de vehículos espaciales capaces de transportar tripulaciones.
Desde entonces, Estados Unidos ha tenido que recurrir a los Soyuz rusos para enviar a sus astronautas y provisiones a la Estación Espacial Internacional.
Reuters | DC