A Anthony José Bastidas, de 27 años, lo sentenciaron hace un año de muerte y la madrugada de ayer la amenaza fue cumplida cuando llegaba junto a su esposa a una tasca en la urbanización Tamare, de Ciudad Ojeda, municipio Lagunillas.
Omar Bastidas, hermano de la víctima, resaltó que su cuñada, Yinez Rodríguez, salió ilesa de la balacera, mientras que su hermano recibió un tiro en la cabeza y dos en el pecho, murió enseguida. Ninguno de los testigos les quiso dar detalles de los homicidas a la Policía, estaban nerviosos y con miedo.
Los familiares recordaron que la pareja compartía con unos amigos el pasado domingo en la tarde. Al salir de la celebración, Anthony y su esposa decidieron compartir en el centro nocturno. En ningún momento se percataron de que unos desconocidos lo seguían en un Malibú blanco.
Apenas Bastidas estacionó su motocicleta frente a la tasca, un desconocido se bajó del carro, se le acercó y sin decir ni una palabra le disparó a quemarropa, caminó hasta el vehículo y huyó.
Los detectives de la Policía científica recolectaron al menos seis casquillos de bala frente al establecimiento. Investigan el entorno de la pareja para revelar el móvil del crimen, sin embargo no descartan un ajuste de cuentas.
A Bastidas, quien laboraba como marino de operaciones acuáticas de PDVSA, estaba amenazado de muerte y en reiteradas oportunidades lo llamaron y le escribieron mensajes de textos para recordarle que en cualquier momento lo asesinarían. Siempre creyó que se trataba de una broma.
Su hermano desconocía el motivo real de la amenaza, pero aseguró que fue por problemas personales. «Siempre le dijimos que se cuidara, pero él era un muchacho bueno y trabajador, no tuvo malicia».
DC/LaVerdad
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