Chisako Kakehi, de 68 años, fue acusada formalmente del asesinato de su último cónyuge, Isao Kakehi, de 75 años. Las autoridades creen que la mujer le administró una dosis mortal de cianuro (restos de esta sustancia fueron hallados en su domicilio) que le provocó la muerte el 28 de diciembre de 2013 en la casa que ambos compartían en Kioto (oeste de Japón).
La mujer, bautizada por los medios como «la viuda negra de Kioto», negó las acusaciones cuando fue detenida el pasado 19 de noviembre, aunque las fuentes citadas por Kyodo apuntaron que días antes de que fuera acusada formalmente la mujer admitió finalmente su implicación a los investigadores.
Kakehi empezó a ser investigada tras descubrirse que había heredado unos 1.000 millones de yenes (unos 6,78 millones de euros o 8,40 millones de dólares) pagados por aseguradoras y también en activos heredados de sus parejas durante los últimos 20 años. Su detención se produjo después de que la autopsia practicada a su último marido, el cuarto, detectara la presencia de cianuro.
El primer marido de Kakeki, con el que mantuvo un largo matrimonio, falleció a los 54 años en 1994, mientras que el segundo murió de un ataque al corazón en 2006 a los 69 años y el tercero falleció en 2008 a las 75. La mujer tuvo después tres novios, uno muerto en 2009, y los otros dos en 2012 y 2013. Al novio fallecido en 2012 (lo hizo repentinamente mientras conducía su moto) también se le detectaron compuestos de cianuro en la sangre.
DC – EFE
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