O’Brien, que participará en el cónclave para escoger al nuevo papa tras la reciente renuncia de Benedicto XVI, afirmó que muchos sacerdotes encuentran «dificultades» hoy en día a la hora de convivir con el voto del celibato y se mostró partidario de que los religiosos puedan contraer matrimonio y tener hijos.
«Me alegraría que otros pudieran tener la oportunidad de considerar si pueden casarse», dijo.
El religioso, de 74 años, que el pasado año abandonó algunas funciones al frente de la Iglesia Católica de Escocia debido a su avanzada edad, observó que «es un mundo libre y me doy cuenta de que muchos curas han encontrado muy difícil gestionar el celibato».
O’Brien dijo también que entrará dentro del ámbito del nuevo pontífice considerar si la Iglesia Católica Romana debe modificar su postura sobre otros asuntos, que no sean de «origen divino».
DC/ Agencias.