Talibanes armados irrumpieron este martes en una escuela militar en la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, matando a 126 personas, dijeron autoridades, en el peor atentado que sufre el país en años.
La inmensa mayoría de las víctimas eran estudiantes de la escuela militar, donde acudían niños y adolescentes de entre primer y décimo grado. El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, condenó el asalto y se dirigió a Peshawar para mostrar su apoyo a las víctimas.
El espantoso episodio, obra de un número relativamente pequeño de milicianos del grupo talibán Tehreek-e, un grupo armado paquistaní que trata de derrocar al gobierno, también envió decenas de heridos a los hospitales locales mientras padres aterrados buscaban a sus hijos.
«Mi hijo estaba vestido de uniforme esta mañana. Ahora está en un ataúd», se lamentó un padre, Tahir Ali, cuando llegó al hospital a recoger el cuerpo de su hijo de 14 años, Abdulá. «Mi hijo era mi sueño. Han matado a mi sueño».
El ataque comenzó por la mañana cuando una media docena de hombres armados entraron en la escuela – y dispararon al azar, indicó el policía Yaved Jan. Comandos militares llegaron pronto al lugar e intercambiaron fuego con los asaltantes, señaló. Imágenes de la televisión paquistaní mostraban a los estudiantes, vestidos con sus uniformes verdes, huyendo del lugar.
Fuera de la escuela, a primera hora de la tarde se escucharon dos fuertes explosiones de origen desconocido, mientras soldados paquistaníes se enfrentaban a los atacantes. En torno al centro se desplegaron vehículos blindados.
Los detalles eran escasos ante una tragedia abrumadora. La televisión paquistaní mostró a soldados rodeando la zona y haciendo retroceder a quienes se agolpaban en el exterior. Las ambulancias corrían desde la zona a los hospitales locales.
El ministro de información de la provincial, Mushtaq Ghani, dijo que 126 personas fallecieron en el ataque y que la mayoría eran estudiantes, niños y adolescentes, de la escuela. Pero fuentes hospitalarias habían dicho antes que al menos una de las víctimas era un profesor, y que había un soldado entre los muertos.
Pervez Jattak, ministro responsable de la provincia donde se registró el ataque, dijo que aún se estaban produciendo combates en algunas partes de la escuela.
AP/DC