Ana Josefa Tobón Arbeláez, mejor conocida como la Hermana Francisca de los Ángeles, inició su labor religiosa hace 76 años, como parte de la Congregación Dominicas de la Presentación.
La Hermana Francisca nació en Carmen de Viboral, Colombia, el 16 de febrero de 1916 e ingresó a la Congregación de las Dominicas de la Presentación a los 18 años.
Desde que arribó a Maracaibo en 1975 entregó su vida a ayudar a quienes más lo necesitan, cumpliendo el precepto evangélico: “Lo que hiciste con uno de estos pequeños, conmigo lo hiciste”.
Colaboró con la sanación física y espiritual de muchas personas, a través de la fe y la oración. En una oportunidad la hermana Francisca confesó que la oración es una necesidad del alma, y que sin ella el cristiano no puede vivir. “La oración es un poder que recibimos en el bautismo, y debe darse como una conversación con nuestro Padre Dios, como con nuestro mejor amigo”, dijo en ese entonces la amada religiosa.