Para la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) hay algo claro. El sistema de político actual, el que maneja desde el Gobierno el oficialismo desde hace 15 años, ha “impulsado constantemente la división ideológica y social entre los diversos sectores del país”. Eso, advierten, es la causante principal de la crispación social, que deriva en la violencia y agresividad en la población. Así lo dijo la Iglesia ayer, en voz del arzobispo de Cumaná, Diego Padrón, durante la instalación de la Asamblea Anual de la organización.
“La violencia ha sido y ha seguido siendo motivada por filosofía del sistema. La pobreza avergonzante a la que el sistema ha llevado al país es causa de violencia», dijo tajantemente Padrón, presidente de la CEV. La crisis actual, consideró, no tiene precedentes en el país, pues estiman que se ha entronizado hasta formarse por una pérdida de valores, que se extiende en las instituciones de la administración pública.
«El pueblo está consciente de que Venezuela atraviesa una crisis global de enormes proporciones, cuyos niveles sobrepasan cualquier crisis anterior y que toca profundamente todas las dimensiones de la vida del país. Cada día el venezolano siente más la crisis en carne propia, una crisis de carácter ético- político y económico social», leyó Padrón en un comunicado. Advirtió que se ha perdido el respeto a las personas y a las instituciones, pero también a los principios de legalidad, legitimidad y moralidad que son los que sustentan el entramado jurídico, legal y constitucional.
Oído al tambor
Frente a la crisis que se propaga desde el oficialismo, sin embargo, el ciudadano no consigue respuesta. Padrón aseguró que no existe un proyecto alternativo de parte de los partidos políticos de oposición. Los acusó de no saber reaccionar ente las circunstancias. “La crisis de los partidos es más de afecto que de ideología, más de agendas y proyectos personalistas que de estrategias. Tal crisis en la dirigencia impide visión de bien común y la concreción de un proyecto en el que puedan participar todos los sectores sin exclusiones», dice.
La Iglesia católica se propone como una instancia que soporte el diálogo nacional, como ha sido en otras oportunidades. Padrón recordó el intención del clero de replantar la necesidad de que el Gobierno converse con los diversos sectores del país. «La crisis necesita del concurso de todos los sectores».
DC – LV
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