«No hay ropa quirúrgica, guantes, jabón para lavarse las manos, no hay cepillos, sal sodada, solución fisiológica, jelcos». No es una letanía, es la queja de los médicos especialistas y residentes del Instituto Autónomo Hospital Universitarios de Los Andes (Iahula), quienes rompieron el silencio y públicamente manifestaron su descontento porque desde hace meses no cuentan con los insumos necesarios que les permitan dar una atención adecuada a los pacientes.
Más de 400 personas entre especialistas, residentes y personal de salud del principal centro asistencial de Mérida realizaron una asamblea en la que acordaron hacer público lo que ocurre en el Iahula, así como solicitar la presencia del gobernador del estado, Alexis Ramírez, para que junto a ellos recorra los servicios y vea lo que en realidad ocurre.
Edgar Uzcátegui, médico adjunto al servicio de Ortopedia y Traumatología del Iahula, señaló que en el hospital «no contamos con muchísimos insumos que se usan día a día, queremos transmitirle a la comunidad que no contamos con los insumos que nos permiten darle una atención adecuada y lo hacemos, porque cada vez que vemos una declaración de un vocero oficial, se refieren a que en el hospital no está pasando nada, cuando es todo lo contrario».
Dijo que desde hace 7 años el hospital de Mérida no cuenta con laboratorio de hormonas porque no hay reactivos y que el año pasado, cerró el servicio de cirugía ambulatoria, el cual era un icono del hospital a nivel nacional.
Asimismo, Uzcátegui informó que los cirujanos no cumplen con las normas mínimas de asepsia y antisepsia como lo es el de lavarse las manos con un cepillo, «porque no hay cepillos desde hace dos años».
Ante esa realidad, el galeno acotó que el índice de infecciones para las prótesis es de 25%, cuando en el mundo no llega al 2% y en los países del primer mundo no llega ni siquiera al 0,5%.
Los médicos hicieron énfasis en que el paciente que llega al hospital de Mérida no corre riesgo por una intervención quirúrgica, sino por entrar a un quirófano que no cumple las condiciones mínimas de salud y pueda salir infectado.
Edgar Uzcátegui expresó que desde hace dos años el centro asistencial está en una constante crisis, la cual desde el pasado mes de noviembre se ha agravado, al punto que deben pedirle a los pacientes todo lo que se requiere para ser atendidos.
Pacientes perdieron la paciencia
Este miércoles, un grupo de pacientes que tiene uno y hasta dos meses esperando por una intervención quirúrgica, protestaron a las afuera del nosocomio capitalino, cuando presuntamente falleció una bebé de ocho meses que no puedo ser operada porque los quirófanos están contaminados.
Con pancartas, coreando consignas y acompañados de sus familiares, los pacientes protestaron por la angustia y malestar que generó el fallecimiento de la bebe, dado que esperan por una operación.
Rodolfo Ávila, padre de la bebé fallecida, dijo que su hija fue recluida en el Iahula hace 12 días ameritando una operación del corazón.
Relató que el pasado 12 de enero tenían que operarla, pero «no la operaron porque faltaba una cama en UCI, luego de que apareció la cama, dejaron la operación para el martes, pero tampoco fue operada porque faltaba el anestesiólogo, y me la subieron para el piso 7 del hospital, pero allí se me puso peor la niña, se puso muy hinchada y la entubaron, luego me la bajaron para emergencia, a la espera de una ambulancia para trasladarla para Caracas, y de ese movimiento, nadie me dio razón, y esta mañana (miércoles), me informaron que la niña falleció, y todo porque supuestamente el quirófano estaba contaminado, si el quirófano hubiera estado bien, mi niña se me salva», dijo Rodolfo Ávila padre de la bebé.
José Alberto Escalante, paciente del área de traumatología, calificó la situación como muy grave.
Pidió la intervención del gobernador del estado porque «todos los pacientes estamos padeciendo, además de los quirófanos contaminados, por la insuficiencia o carencia de insumos, medicamentos y equipos médicos en deterioro que hay en el hospital».
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