El Gobierno desestimó ayer la denuncia que hizo el fiscal Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Fernández, cuyo contenido completo se dio a conocer, al señalar que el investigador «pecó de ingenuidad» al ser engañado por agentes de inteligencia que le pasaron datos falsos.
Aníbal Fernández, secretario de la presidencia, calificó de «endebles» y «sin asidero» las acusaciones de Nisman contra la presidenta por ser la supuesta ideóloga de un plan para garantizar la impunidad de los sospechosos iraníes del atentado a un centro judío en Buenos Aires en 1994. El funcionario fue abordado por periodistas cuando se dirigía a la casa de gobierno.
Nisman fue hallado muerto en la madrugada del lunes, pocas horas antes de que tuviera que presentarse en el Congreso para dar explicaciones y aportar más datos sobre la denuncia que presentó ante un juez el 14 de enero contra la mandataria, el canciller Héctor Timerman y otros allegados al Gobierno.
El contenido completo de esa acusación, que el fiscal había dado a conocer a medios de prensa, fue difundido el martes por la noche por el Centro de Información Judicial.
La justicia investiga si la muerte del fiscal a cargo del ataque a la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia), el peor atentado ocurrido en suelo argentino, fue un asesinato, un suicidio voluntario o un suicidio inducido.
DC – AP
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