Aun no me ha tocado, pero quizás a usted si, ser víctima de los toca vidrios, banda de delincuentes motorizados que se acercan a los vehículos que están en una cola del semáforo y mientras dura la espera, le tocan el vidrio al chofer o a sus acompañantes, con un revolver o pistola, amenazándolos con disparar si no entregan sus pertenencias (cartera, celular, prendas) e inmediatamente salen a toda máquina sin dejar rastro alguno.
Estos moto asaltantes no tienen piedad, ni les tiembla el pulso para disparle a sus víctimas, ya se han reportados muertos y heridos atacados por estos delincuentes, conozco personalmente de personas que han sido atacados por miembros de estas bandas que circulan por el sector del elevado de Ziruma, las Delicias con avenida universidad, Plaza de Toros, Cecilio Acosta, Fuerzas Armadas, entre otros sectores circunvecinos de la zona norte de Maracaibo.
Los crímenes cometidos por estos azotes de la vía pública, son vox populi, sumándose a la grave crisis de criminalidad que vive el país, la región zuliana y particularmente el municipio Maracaibo, lo inaudito del caso es que esta banda actúa constantemente en los mismos sitios estratégicos y no se evidencia ningún operativo, ni presencia policial por parte de los entes de seguridad del Estado en sus tres niveles (Policía Nacional, Regional y Municipal); generando mayor indignación que en el sector se encuentra ubicada la Comandancia General de la Policía Regional y la ineficiencia ante los crímenes cometidos es totalmente evidente; de igual forma puede notarse la presencia de policías municipales cuidando negocios en la zona gourmet de la ciudad (Plaza de la República) pero donde se cometen crímenes a diario brillan por su ausencia; aunado a la presencia incipiente de la Policía Nacional en Maracaibo.
La presencia de los toca vidrio, describe el grave deterioro social que atraviesa nuestra sociedad, delincuentes que están dispuesto a todo, que no se amilanan al momento de cometer su fechoría, sin saber quién está detrás del volante, obviamente sus víctimas siempre van a ser seleccionadas de manera precisa, optando primordialmente por mujeres solas o acompañadas con niños o ancianos, asimismo detalla el grado de vulnerabilidad a la que estamos expuestos los marabinos, ante unos cuerpos policiales que han sido incapaces de coordinar e implantar políticas públicas en materia de seguridad ciudadana efectivas, ante la grave situación de indefensión e inseguridad que nos aqueja cada día.
Por lo tanto, ante la ineficacia de los cuerpos de seguridad, solo queda alertar a la ciudadanía, evitar transitar por las horas pico en la zona predilecta por los toca vidrios; colocarle papel ahumado oscuro a su vehículo para impedir ser visualizado por estos malhechores; ante un eventual caso que le toquen el vidrio evite resistirse al robo, un bien material nunca valdrá más que su propia vida, ni la de sus seres queridos.
Ciertamente, ni el gobernador, ni la alcaldesa, van a ser víctimas de esta banda de delincuentes, ya que se transportan en comitivas, con guardaespaldas y vehículos blindados que no hacen colas, ni paran en los semáforos; obviamente ellos pueden justificar que son personalidades públicas que requieren mayor protección en vista a su investidura; ahora, también es importante que se pongan, por un segundo, en el papel del ciudadano común, y ejerzan el poder que les confirió el pueblo para dar resultados y asuman con compromiso la responsabilidad de garantizar la seguridad y proteger a la ciudadanía de los toca vidrios.
DC / Alfonso Hernández Ortiz / Politólogo- Abogado / dialogopublico@gmail.com / @ alfonsozulia