Si a comienzos de año nos hicimos eco de las cinco mejores dietas para adelgazar, según la reciente clasificación del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), ahora es el turno de las peores opciones para aquellas personas que quieran perder peso.
«Todos sabemos que lo mejor es ponerse en manos de un endocrino o nutricionista, pero la práctica nos muestra que la realidad es bien diferente y la gran mayoría de personas emprenden una dieta sin consultar al médico», apunta Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del IMEO, «de modo que hemos sometido a análisis algunas de las dietas que se han puesto de moda en el transcurso del año pasado, explicando en qué consiste cada una y evaluando tanto su eficacia para perder peso, como los posibles riesgos para la salud».
Las cinco peores dietas (o las menos saludables), según la clasificación de IMEO, se caracterizan por ser demasiado restrictivas e incompatibles con una vida social normal. Prometen perder mucho peso en poco tiempo, más de 10 kilos al mes y hasta un kilo por día. Algunas utilizan productos naturales atribuyéndoles poder milagroso para lucir un cuerpo más delgado y joven (dieta basada en líquidos, té verde, uvas, batidos con fórmula especial antienvejecimiento…) y suelen carecer de sustento científico. Tienen múltiples efectos secundarios que deterioran la salud y a menudo producen efecto rebote. Son totalmente desaconsejadas para lograr una pérdida de peso saludable. Son éstas:
Nos encontramos frente s una dieta engañosa que ofrece en poco tiempo obrar milagros no sólo en pérdida de peso, sino también en cuestiones más serias como cambios hormonales o acelerar el metabolismo. «Con éste tipo de planes sólo conseguiremos perder peso a base de reducir nuestros kilos de agua y masa muscular, algo que no acelera o mejora nuestro metabolismo, sino más bien lo empeora y lo rslentiza, creando efecto rebote posterior y agravando la dificultad de perder kilos de grasa», apunta el experto en nutrición del IMEO.
Muchos expertos dudan en su eficacia, puesto que no está del todo demostrado que sirve para perder peso, ya que las únicas pruebas se han realizado con ratones de laboratorio donde no influye el factor social, ni términos como voluntad, ansiedad o trastornos alimenticios. En seres humanos, un régimen así puede producir hipoglucemia, problemas digestivos o estreñimiento. «En personas con ansiedad o trastornos alimenticios favorece la glotonería durante los días de ingestas sin medidas», subraya Bravo. Además, recalcan desde IMEO, que ninguna dieta debería ser inferior a las 800 Kcal diarias, pues tendríamos riesgo de sufrir desmayos por pérdida de azúcar o bajadas de tensión.
«Es una tomadura de pelo como dieta, pues centra la atención en el té verde para vendernos una dieta equilibrada, muy hipocalórica, con cantidades excesivamente pequeñas y que elimina al completo los hidratos de carbono», discrepa Bravo. El exceso de teína que aporta podría producir excitabilidad, nerviosismo, cansancio e insomnio.
La dieta ofrece buenos antioxidantes y mucho potasio y fibra, pero elimina por completo el consumo de alimentos proteicos y ricos en grasas buenas, por lo que podría producir un déficit de ácidos grasos esenciales si se prolonga en el tiempo. Asimismo, no es una dieta de bajo aporte calórico, ya que 3 kilos de uvas suman más de 2000 calorías a lo largo del día, por lo que esta dieta puede provocar la pérdida de peso en algunas personas mientras que en otras, puede no generar cambio alguno. La principal razón por la cual la dieta de la uva no es una propuesta aconsejable para perder peso o depurar el organismo, es que no protege la salud ni nos enseña a comer mejor.
Esta dieta tuvo su furor en los años 90, y parece que ahora vuelve a captar nuevos seguidores. Establece una relación directa entre el grupo sanguíneo, la posible genética unida a éste y el grupo de alimentos ingeridos por las poblaciones primitivas que mayoritariamente poseían estos grupos genéticos. Dentro de las dietas milagros no es la más desequilibrada y dañina, aunque intenta presentar una gran base científica cuando realmente carece de todo tipo de fundamento cuando la analiza un experto.
DC | mujerhoy.com