La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, defendió que se castigue a los responsables por el gran caso de corrupción en el seno de la petrolera estatal Petrobras sin perjudicar a la empresa, la mayor del país.
«Hay que castigar a las personas y no a las empresas, tenemos que castigar el delito. Tenemos que saber hacer eso sin perjudicar la economía», afirmó Rousseff en un discurso durante la primera reunión ministerial de su segundo mandato.
Rousseff abundó en que el combate a la corrupción «no puede suponer la destrucción de empresas privadas» y tener consecuencias en la creación de empleo y en el desarrollo del país.
«Tenemos que saber averiguar (las irregularidades) y castigar sin disminuir la importancia de Petrobras», manifestó Rousseff.
El escándalo de corrupción, que está siendo investigado por la Policía Federal, se refiere al desvío de sumas multimillonarias de la petrolera estatal para el pago de sobornos a políticos y a partidos oficialistas y de oposición.
Según cálculos de la Fiscalía, en los últimos años fueron robados cerca de 10.000 millones de reales (cerca de 3.880 millones de dólares) de Petrobras, aunque las investigaciones siguen en curso.
En el marco de las investigaciones, han sido incriminados tres ejecutivos de Petrobras y directivos de siete grandes constructoras que firmaron contratos con la petrolera y que supuestamente inflaron artificialmente los precios de los mismos para alimentar la red de corrupción.
Debido a los escándalos, Petrobras está sufriendo dificultades para captar créditos en los mercados internacionales y sus acciones se han desplomado en la bolsa.
La compañía tiene previsto revisar su plan de inversiones y también ha anunciado un corte de sus gastos para minimizar el impacto de sus problemas de caja en sus proyectos de exploración y extracción de crudo.
En su discurso de hoy, Rousseff dijo que su gobierno será «implacable» con la corrupción y no transigirá «un sólo momento» en la falta de honestidad en el uso del dinero público.
«Voy a llegar al final de este mandato como al primero, diciendo que nunca un Gobierno combatió tanto la corrupción», afirmó la mandataria.
Rousseff pidió a sus ministros que enfrenten «con firmeza» cualquier irregularidad que detecten en sus gabinetes y recalcó que los brasileños «esperan un comportamiento íntegro» de los miembros del gobierno.
DC | EFE