Muchos residentes de la urbe se quejaron por las medidas de seguridad adoptadas ante lo que los meteorólogos anunciaron como la «tormenta del siglo» y que, afortunadamente, no alcanzó la violencia prevista por los expertos.
Así, la nevada en el centro de la ciudad alcanzó apenas a 30 cm, un tercio de lo proyectado. «¡Yup, nevó!», tituló irónicamente el tabloide «Daily News», que ilustró su portada con la foto de un niño en un trineo de plástico disfrutando de la nieve.
«Esto es apenas una nevada y he estado aquí toda mi vida, salvo un tiempo en Londres. Es ridículo cuando llaman tormenta a esto», afirmó Curtis Brill, consultor financiero.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, defendió su decisión de imponer amplias medidas preventivas que implicaron restricciones en el transporte, entre otras disposiciones.
«Si hay que elegir de una u otra forma, siempre me inclinaré por la seguridad, porque he visto las consecuencias de lo contrario y se pone todo muy mal rápidamente», afirmó.
El temporal se desató la noche del lunes y afectó a cerca de 30 millones de personas en el área entre los estados de Nueva Jersey y Maine.
Poco movimiento.
Esta martes, los usualmente abarrotados alrededores de la estación Grand Central de Manhattan mostraban muy pocos transeúntes.
Lo mismo sucedía en el centro de Brooklyn, donde montañas de nieve se apilaban en los alrededores de las casas y en las calles.
La mayoría de comercios estaban cerrados, aunque algunos propietarios decidieron abrir pese a las condiciones climáticas.
El metro volvió a funcionar tras permanecer cerrado durante diez horas, en una medida inédita por una tormenta de nieve. Sin embargo le costó retomar el ritmo, ya que hasta el mediodía la ciudad operaba con una intensidad muy reducida.
El tráfico regular comenzó prácticamente a la misma hora que se levantó la restricción para el uso de vehículos dispuesta por Cuomo, otra de las medidas que fueron consideradas «excesivas» por muchos neoyorquinos.
«El alcalde decidió basado en los meteorólogos, que siempre se equivocan porque no es una ciencia exacta», se quejó Vincent Pierce, de 34 años.
El cierre de los establecimientos educacionales también fue cuestionado por habitantes de la ciudad. «No estoy contenta con esta decisión. El año pasado la nieve era peor y no cerraron la escuela. Los niños podrían haber ido al colegio hoy», dijo una madre que debió faltar a su trabajo debido para cuidar a sus hijos.
«No creo que haya sido la peor tormenta en Nueva York, ni siquiera pienso que sea una tormenta. Una tormenta es cuando no puedes salir de casa», añadió.
Mal tiempo se extiende en el noreste
Mientras tanto, el fenómeno sigue generando dificultades en una amplia zona del noreste de EE.UU., especialmente en Massachusetts y Connecticut. Al mismo tiempo, miles de vuelos fueron cancelados.
Las previsiones señalaban que las intensas nevadas deberían continuar hasta la mañana de este miércoles. En Boston, donde hasta este mediodía se habían acumulado 53 cm de nieve, podría registrarse un nuevo récord de precipitaciones.
En tanto, la red de metro de la zona de Boston seguiría cerrada al menos por este martes, según indicó el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker.
El fuerte oleaje destruyó un malecón en Marshfield, unos 50 kilómetros al sur de Boston, dañando 11 casas. La policía instó a los residentes a evacuar la zona antes de la próxima marea alta.
Los cortes de energía causados por la tormenta afectaron a varias decenas de miles de clientes, sobre todo en la isla de Nantucket, Cape Cod y otros sectores.
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