Los venezolanos no sólo tienen que enfrentarla escasez de productos básicos como alimentos, medicinas e insumos de limpieza: ahora tampoco tienen condones. En el sitio de subastas MercadoLibre, donde se pueden encontrar artículos en falta en Venezuela, un paquete de 36 condones marca Trojans se vende a 4.760 bolívares (755 dólares al tipo de cambio oficial), cerca de salario mínimo del país -de 5.600 bolívares-, y por encima del costo de un iPhone.
La escasez de preservativos en el país sudamericano comenzó a fines de diciembre, informó la agencia Bloomberg, debido a que el gobierno restringió los desembolsos en dólares en medio de la caída de los ingresos petroleros, según la Federación Farmacéutica Venezolana.
El colapso en los precios del petróleo -60% en los últimos siete meses- ha profundizado la escasez de productos en un país que importa la mayor parte de lo que consume y donde las exportaciones de crudo representan alrededor del 95 por ciento de los ingresos.
En noviembre había hasta 20 tipos de preservativos disponibles en varias farmacias, mientras que a fines de enero ya habían desaparecido en 10 locales del este y centro de Caracas, indicó Bloomberg.
Como suele suceder, la situación ya había empeorado en las provincias desde antes. «Desde diciembre se terminaron los poquitos preservativos que habían. En octubre fue el último despacho que se hizo (…). No se consigue la marca Flamingo ni Durex”, dijo a la prensa local Deivis Colina, jefe de la tienda Locatel Bella Vista en Maracaibo, estado de Zulia.
En el pueblo de Los Teques, en las afueras de Caracas, sólo se venden condones fabricados en Asia, que no son del gusto de los consumidores, indicó Katherine Muñoz, administradora de una farmacia de la cadena Ramo Verde, quien dice que no se atreve a recomendarlos.
Escasean además las pastillas anticonceptivas y los medicamentos retrovirales para los enfermos de sida.
Aunque la falta del método anticonceptivo masculino puede prestarse a chiste, en realidad debería ser causa de preocupación para el país sudamericano, que tiene el tercer índice de infección de VIH por habitante en América del Sur y la tasa de embarazos adolescente más alta de la región después de Guyana.
Pero las organizaciones gubernamentales se sienten atadas de manos para hacer frente a la situación.
«Sin condón no podemos hacer nada», dijo a Bloomberg Jhonatan Rodríguez, director general del grupo de salud sin fines de lucro StopVIH. «Esta escasez amenaza a todos los programas de prevención que hemos estado trabajando en todo el país.»
Por otro lado, el aborto es ilegal en Venezuela, y la falta de medios anticonceptivos previsiblemente aumentará los embarazos no deseados.
«Un embarazo adolescente no deseado es una señal de fracaso del gobierno: el fracaso de su política económica, sanitaria y educativa», opinó el ginecólogo Carlos Cabrera, vicepresidente de la filial local de la Federación Internacional de Planificación de la Familia, quien trabaja en Caracas.
El gobierno de Nicolás Maduro culpa a los empresarios locales de desatar especulación y escasez, y recientemete arrestó a los ejecutivos de Farmatodo, la mayor cadena de farmacias del país.
Pedro Luis Angarita Azpurua, presidente ejecutivo y Agustín Antonio Álvarez Costa, vicepresidente de operaciones, fueron acusados de «boicot» y «desestabilización de la economía», señaló la Fiscalía General en un comunicado.
De momento, se desconoce cuándo se estabilizará la distribución de condones en el país.
DC | YSV