La Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) conmemora este lunes el Día del Periodista en Colombia presentando su informe ’60 años de espionaje a la prensa’. El director de la
Fundación, Pedro Vaca, afirmó que el caso Andrómeda, más allá de recordar las ‘chuzadas’ del DAS, ratificó cómo agentes del Estado amedrentan a los periodistas.
«Si uno se va más atrás hay otros episodios como el caso de los narcocasetes, el ‘mitimiti’; y más atrás se puede hablar que durante el Estatuto de Seguridad de Turbay, personajes como
Gabriel García Márquez fueron interceptados y les tocó salir del país», recapituló Vaca.
En el 2014 se registraron 131 agresiones con un saldo de 164 periodistas víctimas, y fueron asesinados dos, en Buenaventura y Tarazá (Antioquia), sin que la causa haya sido el ejercicio del periodismo.
«No obstante, el caso de Tarazá, de Luis Carlos Cervantes, sí marca un precedente muy grave en términos de cómo el Estado está prestando los servicios de protección a la prensa, teniendo en
cuenta que este periodista era beneficiario del mecanismo de protección en Colombia y le fue retirado poco antes de su asesinato», recordó el director de la FLIP.
Vaca destacó que hayan disminuido los homicidios de periodistas (35 entre 1999 al 2003 frente a un promedio de 13 en los siguientes años), pero cuestionó a las autoridades judiciales:
«Todas estas agresiones de las que hablamos están, en su mayoría, en la impunidad, y lo que planteamos es que la impunidad fomenta una atmósfera de repetición de agresiones, pues si
no hay ningún costo para el victimario, se facilita que se vuelva a repetir la agresión».
Los agresores en el bajo Cauca Antioqueño y el sur Occidente del país son bandas criminales o grupos neoparamilitares; en Norte de Santander, la fuerza público, y en Arauca, la guerrilla,
agregó el director de la Flip.
DC | vía RCN Radio
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