Se conoce como cacharro a “un aparato viejo, deteriorado o que funciona mal” al observar a la clase política venezolana se observa que cuentan con muchos cacharros políticos que no proponen nada diferente, que se la mantienen quejándose de todo, unos dicen que el gobierno está caído, otros dicen que hay gobierno para rato, otros están muy preocupados por ser o seguir siendo diputados, otros no quieren dejar de ser alcaldes y gobernadores, otros están convencidos que lo están haciendo muy bien, otros reciben grandes aportes por pegar cuatro gritos, son expertos prometiendo y no cumpliendo, mantienen discursos fatigados que no convencen, no hay duda de que se debe reorganizar al gobierno, cambiar a los actuales ministros, bajar la alta burocracia, tomar medidas económicas acertadas y no culpar a terceros de los fracasos provocados por no contar con el equipo humano adecuado. Venezuela necesita renovar a los cacharros políticos, por líderes innovadores, visionarios, que se encuentren comprometidos con la modernización de Estado para lograr reflotar al país. El presidente tiene la oportunidad histórica de darle un viraje a su gobierno e iniciar el cambio esperado por el 80% de los venezolanos, si lo logra tendrá larga vida política de no hacerlo persistirán los problemas de ingobernabilidad.
Es cierto que desde el gobierno de Luis Herrera Campins la crisis económica se hizo presente en el país y se agudizó por los errores cometidos por Lusinchi, Pérez, Caldera, Chávez y Maduro, éste último tiene la oportunidad de revertir los errores o simplemente repetirlos. Aunque se siente una clase ciudadana paciente y pasiva no se puede tentar a tanta gente a la vez porque podrían implosionar. El gobierno sabe más defenderse que gobernar, pero llegó el momento de gobernar, los problemas están a la vista y se deben atender de inmediato. El presidente debe hacer un llamado nacional sincero de todos los sectores políticos, productivos, religiosos, sociales del país. La M.U.D. no representa al 100% de quienes se le oponen al gobierno y el P.S.U.V. no representa el 100% de quienes apoyan al gobierno, así que se debe ser más amplio en la convocatoria si se quiere resolver el problema en consenso. Es posible que no se quiera resolver nada o se esté pensando que se está haciendo bien, o simplemente, el gobierno esté sufriendo de “Mitomanía”. Es preocupante que los sectores de la M.U.D no encuentren la forma de capitalizar los errores del gobierno y el gobierno no rectifique, lo que aviva a alternativas oportunistas para salir de la crisis. Muchos analistas plantean que podría repetirse lo mismo que ocurrió en Honduras o Paraguay, lo cierto es que la Constitución deja claro los caminos, renuncia, referéndum, elecciones, si algunos cacharros plantean caminos diferentes, sin duda se encontraran con un rechazo nacional e internacional.
Por su parte, la verdadera guerra económica es la disminución del aparato productivo, el control de precios, el control de cambio, la escasez, corrupción, distribución, especulación, “bachaqueo”, para derrotarlos se necesita productividad y abastecimiento, de no lograrlo se estará contribuyendo a la constitución de un “Bacha – Estado” en donde el poder económico producto del “bachaqueo” intervenga en las políticas del Estado y logre conquistar seguidores, lo que sería peligroso para los niveles de gobernabilidad en zonas fronterizas. Los ciudadanos deben contribuir con su voto a elegir políticos serios, trabajadores, porque de seguir eligiendo cacharros, sin duda seguiremos en deterioro y funcionando mal. Como lo dijo Paul Trunki “El capitalismo, el socialismo, el comunismo. Todos son extremismos si conviven solos. Los regímenes mixtos, donde conviven todas las ideas, genera paz, felicidad y progreso”.
DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Profesor Universitario, politólogo, Coach Político, Locutor / jcastillo@fundacionzuliaproductiva.com / @castillomolleda