En medio de la crisis que vive el país, no hay cabida para el pesimismo, no hay que hacerse eco de quienes niegan cualquier solución, ni de quienes manifiestan que para enderezar el país hay que aplicar medidas muy duras contra el bolsillo de la gente. Pues bien lejos de ambas posturas. Primero, toda crisis tiene solución y segundo, las soluciones no pasan por hacerles la vida más difícil a los venezolanos.
En 100 años de explotación petrolera, Venezuela no ha superado el modelo de capitalismo dependiente, rentista, monoproductor, monoexportador e importador. Estos males, que son en esencia la raíz de lo que nos ocurre, fueron reforzados en estos últimos 16 años por una camada, hoy llamada boliburguesía, que se adueñó de lo que quedaba de riquezas naturales; que destrozaron el aparato productivo, arruinaron al campo, quebraron las empresas de la CVG, debilitaron la capacidad productiva y financiera de PDVSA, que se robaron en los últimos diez años, más de 100.000 millones de dólares como producto de la política cambiaria.
En consecuencia creció la pobreza, desmejoraron las condiciones de vida y trabajo, creció la deuda externa, tenemos la inflación más alta de América y el salario más bajo; deterioró de la salud, la educación y los servicios públicos; incremento del crimen, la violencia y la impunidad, junto a la complicidad, que involucra la Fuerza Armada, los cuerpos policiales, el poder judicial, el poder político y los grupos económicos asociados al régimen. Esa es la guerra del gobierno contra la gente, que se encuentra en las largas colas todos los días y durante interminables horas, en procura de los productos básicos que le aseguren su existencia, estos entre otros males generados por un régimen autoritario y represivo, son la causas del descontento y de tensiones sociales peligrosas, por ello la necesidad de que esta lucha por el cambio, fluya por cauces democráticos, pacíficos y constitucionales.
Para curar este paciente que es Venezuela se requiere una rectificación a fondo de las políticas que nos llevaron al actual drama y un programa para la emergencia que garantice los intereses nacionales y populares. En ese sentido se extraen algunas propuestas de la ponencia “Una propuesta de política pública para Venezuela” del Economista Gustavo Machado y “Venezuela necesita un cambio de rumbo” del Lcdo. Rafael Venegas:
1) Reducción drástica del gasto militar que actualmente consume un promedio anual de 6.000 millones de dólares.
2) Un programa de reestructuración de la deuda externa con el propósito de auditarla, diferir pagos y discutir nuevas condiciones y plazos para los mismos.
3) Disminuir el IVA con el objetivo de aliviar el presupuesto familiar. Medida que debe acompañarse de una reforma tributaria integral orientada a reactivar el aparato productivo nacional y a proteger y abaratar el consumo. En el marco de una política que favorezca y facilite la inversión productiva, estimule el mercado interno, recupere el poder adquisitivo de los sueldos y salarios, proteja los sectores vitales de la economía y los grupos sociales más empobrecidos y vulnerables de la población.
4) Bono medicinal para los pensionados.
5) Aumento general de sueldos y salarios, a partir del rescate de las contratación colectiva y del diálogo social, en función de mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores.
6) Seguridad jurídica y personal, para la inversión productiva y evitar la salida de talento humano del país como consecuencia de la situación de inseguridad vigente.
7) Desarrollar un plan nacional de infraestructura que favorezca la reactivación económica, construya y recupere importantes obras de servicio y genere empleo en forma rápida.
8) Un Plan Nacional de Energía, que permita garantizar un adecuado suministro de electricidad así como el uso óptimo de nuestras diversas fuentes de energía.
9) Reformulación integral de toda la política petrolera del país, con énfasis en la revisión de los contratos suscritos con transnacionales, así como de la política industrial y comercial de PDVSA. Solo en este contexto se pudiera considerar la revisión del precio de la gasolina.
10) En el área educativa hay que establecer metas educativas nacionales así como la formulación de programas que estimulen la creatividad.
11) En materia de prestación del servicio de salud se debe cumplir con una premisa básica: Tu estado de salud no debe depender de tu estado de cuenta.
12) Intervenir la CVG para acometer la pronta reactivación de sus empresas.
13) Designación de una Comisión Especial para la revisión de la situación de las empresas de la mal llamada economía social, a fin de verificar su estado financiero y gerencial, su productividad y eficiencia, con miras a transferirlas a los trabajadores o al sector privado.
14) Conformar una Comisión Especial contra la corrupción y la impunidad, cuyo propósito sería investigar los graves delitos de corrupción y recuperar los dineros sustraídos.
15) Adelantar una gran campaña por la vida, donde se comprometan todos los sectores del país, orientada a revalorizar el sentido de la vida, a sembrar nuevos valores asociados a la convivencia social y la solidaridad, al fomento del trabajo y el estudio, a la honradez y la honestidad. A la par que se debe combatir la impunidad y el crimen organizado, reestructurar los cuerpos policiales y el poder judicial, desarmar la población civil y reestructurar y humanizar el sistema carcelario.
16) Desmantelamiento radical del sistema nacional de medios públicos, fuente de despilfarro, de negociados y corrupción, de financiamiento del PSUV y demás factores del “proceso” y de campañas sistemáticas de falseamiento de la realidad.
17) Reingeniería de la política y los programas sociales con miras a la protección de los sectores empobrecidos y los grupos vulnerables, con miras a superar la pobreza.
18) Preservación y fortalecimiento de todos los mecanismos de participación política y de las organizaciones sociales, bajo criterios de autonomía efectiva, de integración amplia, plural y democrática, con un riguroso sistema de contraloría social y legal, para su mejor funcionamiento y una administración transparente y eficaz de los recursos.
19) En sintonía con el espíritu y propósitos de estas propuestas, se incluiría la revisión de la política monetaria y cambiaria del país, para corregirla.
20) Asimismo, garantizar la autonomía del BCV, que hoy es utilizado como fuente de financiamiento de empresas públicas, lo que ha implicado un aumento considerable de la cantidad de dinero en la economía y como consecuencia de ello, los elevados precios.
Ing. Golfredo Dávila / Secretario General de Vanguardia Popular en el Zulia / @golfredodavila