No es poco el plomo fino que viene recibiendo Henry Falcón, por parte de los sectores ultra radicales y derechistas aferrado a la MUD, con el firme propósito y con la esperanza inútil en un pasado mejor que este presente calamitoso instalado en el gobierno nacional, como negro nubarrón amenazante de provocar también tormentas como las del pasado .
Ha reconocido Henry las diferencias existentes en la alianza opositora, y esto no sería para alarmarse, a no ser por la ojeriza que a este nuevo actor de la política nacional le tienen desde el referido disímil bloque político, donde existen demócratas cristianos, socialdemócratas socialista, y como guinda el progresismo, llevado allí por los activistas que lo siguen.
Llama la atención la insistencia en hablar de progresismo como sistema político alternativo a los ya existente, sobre todo si revisamos la actuación de esta corriente del pensamiento político en otras latitudes y en el escenario latinoamericano. Por ejemplo, en Chile se realizó el año pasado el Encuentro Latino América Progresista, con participación de factores políticos como el de Lula, Correa y donde asistió también Avanzada Progresista.
Ha señalado el líder larense que su mejor decisión fue haberse separado del partido de gobierno en su oportunidad, y no deja de tener razón, pero tampoco podemos pasar por alto que a ese encuentro del progresismo, aparte de asistir líderes de 35 organizaciones políticas de izquierda y progresistas de más de 20 países de la región, también asistieron Pepe Mujica, socialistas chilenos y los jefes del PSUV.
Ahora bien, cualquiera y con sobradas razones pudiera insistir aquí en el quiebre del modelo socialista y progresista como paradigma de inclusión y redención social, pero resulta que a los pueblos de El Salvador, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Uruguay, Brasil y al mismo Chile le ha resultado exitoso, incluso en sus primeros momentos al propio Chávez le funcionó.
¿Tendrá pertinencia el movimiento político impulsado por esta nueva avanzada política? A pesar de los entuertos producidos por la gestión de Nicolás Maduro, no es nada descartable que ante los peligros de retorno de los viejos actores de la cuarta república, pasearse por la posibilidad de promover modelos alternativos como el progresismo de Henry Falcón.
DC/ Abog. Douglas Zabala/ @douglazabala