Cambio de rumbo, por Golfredo Dávila (@golfredodavila)

Venezuela reclama un cambio de rumbo, el cual debe ser concretado a través de un Gobierno de Unidad Nacional. En el artículo anterior formulamos 20 soluciones para la emergencia nacional, pero los últimos acontecimientos obligan a tratar en específico uno de los problemas que se ha hecho cotidiano en nuestro país, que es la violación de los Derechos Humanos. 

 

Estamos urgidos de una propuesta y una respuesta contundente, frente a las terribles amenazas de Maduro de incrementar la represión, la persecución, contra quienes disentimos, sin importarle la opinión de nadie; lo que pudiera significar la prisión de decenas de miles de venezolanos, simplemente por decir que la guerra económica es de la autoría intelectual y material del más alto gobierno, o que ellos son los únicos culpables de los 25 mil asesinatos el pasado año y los 200 mil, en 16 años de régimen, o de la grave deuda externa o que la producción en nuestro país esté por el suelo, que hayan destruido a través de la corrupción las empresas básicas y que tengan a millones de personas todos los días haciendo gigantescas colas para llevar su sustento al hogar.

 

Muchos pueden decir que la represión como respuesta a la grave crisis que no pueden resolver, son pataleos de ahogados del gobierno; otros dicen que son potes de humo para desviar la atención de los venezolanos, colocarnos su agenda de repolarización del país, producto de la cercanía de las elecciones; otros argumentan que la represión forma parte de su naturaleza despótica, militarista y autoritaria, cuyo fin es meter miedo a la población, impedir que la gente reclame sus derechos y por supuesto dar la sensación, ante el mundo, que su poder es imbatible, al punto que violentan la Constitución Nacional, metiendo preso a Antonio Ledezma, Alcalde Metropolitano de Caracas, sin tener una sola prueba en su contra, o mantener en prisión a Leopoldo López, a estudiantes y otros líderes políticos, sólo por disentir, o celdas como la tumba, donde mantienen a estudiantes incomunicados. Pues todas esas cosas juntas, conforman su estrategia para mantenerse en el poder.

 

Bien es sabido que mientras atacan con su política de terror, han diseñado un plan para seguir violentando la democracia, arreciando con el ventajismo electoral, incrementando a 1.200 los centros de votación, de los cuales 900 son bases de misiones que les garantizarían su control absoluto, algo parecido al Centro Che Guevara ubicado en el Municipio Jesús Enrique Lossada – Zulia, que año tras año es controlado por las FARC; a ello se suma, que no promueven la inscripción de nuevos votantes, que no informan los lugares donde instalan puntos de inscripción, muchos de los cuales se encuentran también en sedes del PSUV, para inscribir sólo a chavistas. Todo con el fin de desestimular el voto opositor, de generar en la ciudadanía la sensación de que por la vía electoral no hay nada que buscar.

 

Toda esta política, que se resume en la violación flagrante de los Derechos Humanos y democráticos, sólo les podrá funcionar, si en la oposición no somos capaces de salirle al frente. Ellos van a seguir maniobrando con lo del magnicidio, el golpe de Estado, el auto golpe, porque han sentido que la violencia es su fortaleza. La estrategia de la oposición, entonces, debe ser la contraria, no temerle a la calle, acompañar los justos reclamos de la gente, promover canales de organización y participación en todas las comunidades, denunciar las irregularidades y violación de DDHH, exigir la libertad de los presos políticos y estimular el voto.

 

En esta materia de Derechos Humanos, el proyecto de cambio de rumbo, propone realizar una gran campaña por el respeto y la revalorización de la vida, dirigida a combatir la impunidad y el crimen organizado, a sanear los cuerpos policiales y el poder judicial, desarmar la población civil y reestructurar y humanizar el sistema carcelario venezolano; junto con ello el respeto por quien disienta y garantías plenas a la libertad de pensamiento de todos; promover la convivencia ciudadana y democrática, los valores como la solidaridad, al fomento del trabajo y el estudio, la honradez y la honestidad. En esto debemos comprometernos los trabajadores, los empresarios, los estudiantes, las organizaciones políticas y sociales, las iglesias y las universidades.

 

DC / Ing. Golfredo Dávila / Secretario General de Vanguardia Popular en el Zulia / @golfredodavila

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