Los miembros de la comunidad universitaria de la Universidad del Zulia necesitamos hacer una seria reflexión sobre nuestra universidad con verdadero sentido y propósito constructivo a fin de evitar que continúe su proceso de deterioro. A veces no nos percatamos la repercusión que tienen para las instituciones, determinadas conductas que se asumen, las cuales pueden estar justificadas, pero no siempre son compatibles con el interés institucional, que todos debemos preservar.
LUZ está inmersa en un escenario de ingobernabilidad que determina una grave situación de anarquía que en necesario revertir a la mayor brevedad. Ello está determinado por diversos aspectos, tanto exógenos como endógenos, que tienen su génesis en serios problemas de comunicación entre sus diversos líderes, tanto en lo que respecta a quienes la gerencian como a quienes ejercen la representación de los diversos gremios, por no ser atendidos debidamente, para buscar en la mancomunidad de esfuerzos solución a los mismos.
Esta situación está asociada, asimismo, a la carencia de una visión compartida que propenda a su desarrollo y que comprometa con entusiasmo a todos los miembros de la comunidad universitaria, con un estilo de liderazgo y un modelo de gestión que garantice la transparencia y la participación de todos. Sólo así será posible salir del manejo de los problemas coyunturales, de la administración de la rutina y de la improvisación, orientados a resolver los problemas del día a día que se van presentando, pero que carecen obviamente del impulso que requiere una institución innovadora, con vocación de futuro que debe luchar cada día por alcanzar la excelencia
En LUZ seguimos apegados a esquemas agotados que no propician el establecimiento de una cultura innovadora en su comunidad, los cuales constituyen las verdaderas causas estructurales de los graves conflictos que se nos están presentando, que se manifiestan en la aludida situación de anarquía e ingobernabilidad. Ciertamente, estamos en un entorno adverso para el desarrollo universitario: el maltrato del gobierno, la situación de deterioro político, económico y social del País, la contracción de muchas organizaciones con las cuales pudieran construirse alianzas estratégicas, todo eso es cierto. Pero podemos impulsar desde adentro, cambios fundamentales e innovadores en la manera como venimos cumpliendo nuestras funciones: docencia, investigación y extensión, para mejorar nuestro desempeño en la oferta de nuestros procesos, productos y servicios que debemos prestar a la sociedad, a la cual nos debemos. Eso sólo depende de nosotros.
Es imprescindible lograr un ambiente de paz, concordia, diálogo, negociación transparente, seria y equitativa entre todos los actores internos para construir alianzas y acuerdos que superen los conflictos y creen las condiciones para avanzar con entusiasmo al rescate de los valores que hicieron grande a nuestra máxima casa de estudio. Esa es nuestra tarea.
DC / César Ramos Parra / Profesor Universitario / @cesarramosparra