Un soldado libanés, de cuya muerte se desconocían las circunstancias, fue decapitado durante su cautiverio en manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI), informó hoy el Ejército libanés.
Un extremista detenido recientemente confesó durante los interrogatorios que el soldado Ali Kasem Ali fue asesinado de esta forma, según la nota oficial.
El pasado 21 de noviembre, el general Abas Ibrahim, jefe de la Seguridad Nacional, afirmó que el soldado había muerto durante su secuestro por yihadistas del EI en circunstancias aún sin aclarar.
Esta era la versión hasta que el jueves uno de los terroristas más peligrosos detenidos, el sirio Hasan Gurlay, alias Abu Hariz al Ansari, aseguró que fue testigo de la decapitación de Ali, agrega el comunicado del Ejército.
Gurlay, arrestado el 3 de marzo, participó en los ataques contra puestos del Ejército en la zona de Arsal en la segunda mitad del pasado mes de agosto, cuando fueron tomados como rehenes una treintena de soldados y policías.
El extremista también confesó que custodiaba a los militares secuestrados y que asistió a la decapitación de otros dos militares, Ali Sayed y Abas Medlej, de cuya muerte ya se había informado.
Otros dos soldados libaneses, que cayeron en manos del Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, también han sido asesinados.
La situación de seguridad en el Líbano ha ido empeorando desde el inicio el conflicto en Siria, en marzo de 2011, sobre todo en el norte y el noreste del país, donde se han asentado grupos yihadistas
DC | EFE