Nicolás, al constatar tu desplome incluso entre los chavistas y analizar los estudios de opinión pública que te ubican en el foso, gritaste “guerra, preparémonos para la guerra contra el imperio”, en gesto desesperado con el que buscas convertirte en “salvador de la patria”, para quienes se crean el cuento de la invasión de los Estados Unidos, e intentar así aglutinar a tu lado, por lo menos, al chavismo que te abandonó. Pero, qué va, te equivocaste junto a tus asesores cubanos, porque no nos comimos el cuento. Tu grito es falso y corrupto, solo busca cambiar el foco de la opinión pública para que, mirando a otro lado, olvidemos la crisis que nos hunde.
Queremos guerra Nicolás -acompañamos tu grito- queremos guerra a fondo y con todo hasta matar a los enemigos del pueblo, al desabastecimiento y la inflación, al atraco a los fondos públicos, a la delincuencia y al narcotráfico que enriquece al cogollo de tu “revolución”. Nicolás, estos son los enemigos del pueblo, a los que tú no solo no atacas, sino que aúpas y proteges con acciones u omisiones que te señalan como responsable de precipitarnos por el barranco.
La guerra que nos propones, Nicolás, solo sirve a tus intereses políticos, en nada beneficia al pueblo. Lo primero que significan las movilizaciones militares que has ordenado son gastos de millones y millones de bolívares, de esos que requerimos para alimentos y salud. Tu ministro de la Defensa declaró que el multimillonario simulacro “busca mejorar el desempeño del Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional ante un eventual ataque imperialista”. El mismo General Padrino López informa que se movilizan “80 mil soldados y 20 mil civiles”, “que se hicieron 30 ejercicios de defensa en todo el país: en las costas como en Puerto Cabello, se movilizaron barcos de defensa; en Falcón volaron aviones rusos Sukhoy”. ¿Cuánto cuesto eso Nicolás? No tienes derecho a seguir malgastando el dinero del pueblo, como si fuera poca la corrupción e insignificante el atraco al patrimonio público del cual dan cuenta los bancos de EE.UU., Panamá, España, Suiza y Andorra, entre otros.
Tu guerra, Nicolás, ya tiene la primera baja y los primeros heridos, uno de ellos gravemente herido. Un chamo de 23 años, Cabo del ejército venezolano, murió en Guasdualito durante el operativo “Escudo Bolivariano”, en el ejercicio de las maniobras militares elucubradas por ti contra “la invasión” de los EE.UU. El joven Júnior Estrada falleció al volcarse aparatosamente la tanqueta blindada que movilizaban. Allí tienes el primer muerto de tu guerra, ¿quién paga por él?, Nicolás, quién por el otro joven cabo gravemente herido. Otra tanqueta se perdió en el río Sarare al quedar atrapada entre las aguas, afortunadamente sus ocupantes salieron ilesos.
Tu verdadera guerra, Nicolás, como ya dijimos, no es contra los males económicos, sociales y políticos del país, tampoco contra la “invasión” de los EE.UU. Tu guerra es por tu sobrevivencia política y para mantenerte en el poder. Los cuentos de los golpes y magnicidios, entiéndase autogolpes y automagnicidios, ya no engañan a nadie, tenías que inventar algo mejor que lo del Tucano, que te confieso que no era malo y nos hizo reír mucho. Si no fuera tan triste y dramático lo de “la guerra”, te la habrías comido, ese cuento está bien bueno. Entiendo que te preocupa que la base dura del chavismo esté en su nivel histórico más bajo, en el 20 %. Sé que te quita el sueño -y se lo quita a la primera combatiente que todavía no ha logrado dormir en La Casona- que tu popularidad haya caído 32 puntos desde el momento en que dijiste jurar por Venezuela y la felicidad de los venezolanos.
Nicolás, si amaras al país trabajarías por su bien e impedirías que tu entorno y el cogollo que presides estuvieran buchones y con cuentas multimillonarias en dólares y euros, a expensas del pueblo hambreado que busca ahora una alternativa democrática. Nicolás, detén tu falsa guerra y renuncia. Ya basta, vale.
DC / Paciano Padrón / pacianpadron@gmail.com / @padronpaciano