Al momento de escribir este artículo, pensé que hubiese sido más oportuno disertar sobre la el decreto presidencial 1606 que autoriza ampliar la minería de carbón en la Sierra de Períja, asunto que afecta a todos los ciudadanos pero que la mayoría desconocen y que habrá que tocar en su momento; o quizás hubiese sido interesante explicar los ejercicios militares del gobierno venezolano, ante la “agresión imperialista” y seguirle el juego en su estrategia de distracción sobre los verdaderos problemas medulares del país (inflación, escasez e inseguridad); o para ubicarnos en una posición más espiritual pudiésemos haber comentado sobre el anuncio que hizo el Papa Francisco, donde afirma que su pontificado será breve, de cuatro o cinco años.
Ciertamente, muchos son los temas de interés los cuales pueden considerarse importantes para nuestros lectores, sin embargo no puede desaprovecharse la oportunidad que nos brinda el periodismo responsable, de escribir sobre contenidos sensibles que afectan obscenamente a la ciudadanía, como lo es el “sicariato”, modalidad o modus operandi criminal que durante los últimos años se ha convertido en un asunto común en nuestro territorio (Zulia) para asesinar a personas por un precio o por encargo, característica practicada en Colombia y México, países marcados por la violencia y el narcotráfico y adoptada en los últimos años en Venezuela.
El sicariato en el Zulia, ha sido una práctica criminal que los cuerpos de seguridad del Estado no han logrado detener, ni enfrentar con eficiencia; para el primer trimestre que corre del (2015), muchos son los sicariatos ocurridos principalmente en los municipios Miranda, La Cañada, San Francisco, Machiques y Maracaibo, solo como referencia para el cierre del mes de enero más de 8 personas fueron víctimas de sicariatos (según cifras no oficiales), para el mes de febrero el número de sicariatios fue tristemente superada y para el mes de marzo que aun transcurre parece incrementarse con más intensidad.
Durante el año 2014, el gobernador Arias Cárdenas, se pronunció, sobre el crecimiento en número de los sicariatos en el Estado, exhortando a la máxima autoridad policial del Zulia para entonces el General Yepez Castro a garantizar la aplicación del Plan Patria Segura y el patrullaje inteligente, sin embargo los resultados no fueron los más esperados, al punto que fue destituido y se nombró un nuevo director del Cuerpo de la Policía Bolivariana del Estado Zulia el general de división de la Guardia Nacional Carlos Luis Sánchez Vargas, asignándole como casos puntuales los municipios Miranda y Santa Rita, en donde la práctica del sicariato ha estado desatada, seguidos por San Francisco y la Cañada de Urdaneta.
Evidentemente, el sicariato le ha ganado la batalla al gobernador, convirtiéndose en su talón de Aquiles, muchos han sido los planes y promesas pero la anarquía delictiva no se detiene, aunado a los casos de extorsión (cobro de vacunas) que se presentan a empresarios, comerciantes y hasta ciudadanos de a pie; la tarea debe atenderse de manera mancomunada con los 21 alcaldes del Zulia, la corresponsabilidad es compartida en los tres niveles de gobierno, los cuales deben tratar la inseguridad como un tema multicausal que requiere la atención prioritaria, llega el momento que se decrete un Plan de Emergencia Regional, ante la ola de sicariatos y los altos niveles de inseguridad que atraviesa la región, integrando a todos los cuerpos de seguridad encargados de brindarle seguridad a los ciudadanos.
Ante las palabras del presidente de la Comisión Presidencial para la Transformación del Sistema Policial, Freddy Bernal en su visita al Zulia en relación al crimen organizado que a su consideración ha penetrado a los cuerpos policiales por la falta de ética de funcionarios.»Manejamos información que hay individuos dentro de los cuerpos de policía que reportan al crimen organizado como si fueran sus jefes», se hace imperioso que el gobernador, actué contundentemente con valentía y autoridad, enfrentando institucionalmente a la bandas delictivas, a las castas familiares, a los grupos paramilitares y a los jefes del sicariato y la extorsión que azotan al Zulia, la autoridad es para ejércela y esa es la prioridad señor gobernador, no hay otros temas.
DC / Alfonso Hernández Ortiz / Politólogo- Abogado / dialogopublico@gmail.com / @alfonsozulia